Sirera destituye a la cúpula del PP de Girona
Las turbulencias en el seno del grupo del PP en el Parlament se extendieron ayer a Girona. El líder del PP de Cataluña, Daniel Sirera, destituyó a la presidenta del partido en la provincia, Concepció Veray, por sus desavenencias con el comité de campaña de Alicia Sánchez Camacho, candidata a las elecciones generales por esta circunscripción. Veray dejará de tener cargo directivo en Girona, aunque continuará como concejal del PP en el Ayuntamiento de la capital.
Todo indica que Veray, junto al resto de dirigentes del PP de Girona, tampoco comparten la línea impuesta por Sirera tras la marcha de Josep Piqué, en la que el PP catalán se ha convertido en una mera correa de transmisión de las directrices que marca la dirección nacional del partido. Ello ya ha levantado las protestas de la mayor parte de los diputados del PP en el Parlament.
El cambio de dirección se dio a conocer ayer por la tarde en la sede del PP en Girona, por boca de los dirigentes Rafael Luna, Xavier García Albiol y Alicia Sánchez Camacho. Anunciaron la creación de una gestora presidida por Sánchez Camacho y Antonio Pelegrín como secretario general.
La gestora conducirá el partido en Girona hasta las próximas elecciones generales. Según Xavier García Albiol, vicesecretario general y responsable de campaña del PP de Cataluña, el cambio responde al objetivo de "obtener un diputado en las próximas elecciones". Actualmente el PP no tiene ninguno en Girona. "La mejor opción para recuperar el diputado era unificar en la misma persona la coordinación de la campaña y la dirección del partido", explicó. García Albiol, quien reconoció problemas de "ajuste y coordinación" entre la línea de campaña y la hasta ahora dirección del PP en Girona. "Son problemas del día a día, desgaste diario", afirmó Albiol.
Albiol reconoció que Girona es una provincia "difícil" para el partido. Junto a Lleida, es la única circunscripción española sin diputados del PP. Otra crisis afectó al PP de Girona en mayo. El partido retiró el carnet al número dos, Jan Castel, y al presidente de Nuevas Generaciones, Víctor Nalda. Ambos habían acusado a la presidenta, Concepció Veray, y al diputado Enric Millo de mantener "actitudes dictatoriales".
