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Defensa investiga la vinculación de la célula detenida en Líbano con el atentado de junio

Miguel González

Máxima cautela. Ésa era ayer la actitud que mantenían los responsables del Ministerio de Defensa, empezando por el propio ministro José Antonio Alonso, ante la desarticulación en Líbano de una célula que se disponía supuesta a atentar contra las fuerzas de Naciones Unidas (Finul).

"No tenemos información fiable de que tengan relación con el atentado contra nuestras tropas", reconocieron las fuentes consultadas, a pesar de que algunos medios de comunicación lo daban por sentado. El pasado 24 de junio, seis miembros del Ejército español murieron por la explosión de un coche bomba en el sur de Líbano. Aunque las sospechas apuntaron desde el principio a grupos fundamentalistas relacionados con Al Qaeda y asentados en los campos de refugiados palestinos, nadie ha sido acusado del crimen hasta ahora.

El juez militar libanés Jaen Fahd anunció ayer que había acusado a 10 palestinos -seis detenidos y cuatro huidos- por "intento de asesinato contra los cascos azules mediante la colocación de artefactos que no explosionaron por causas ajenas a su voluntad". En declaraciones a France Presse, agregó que los detenidos pertenecían a grupos islamistas radicales y que son sospechosos de formar un grupo para perpetrar actos terroristas y de disponer de armas y explosivos.

Según la prensa local, los detenidos colocaron un coche bomba en una carretera próxima a Tiro, al sur del país, en una zona donde opera el contingente francés. El juez no hizo ninguna alusión, sin embargo, a su relación con los dos ataques sufridos hasta ahora por las fuerzas de Naciones Unidas: el que costó la vida a los seis miembros del Ejército español y el perpetrado el pasado 16 de julio contra un vehículo tanzano, que no causó víctimas.

Visita de Moratinos

Por otra parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, viajará el próximo sábado a Líbano acompañado por sus homólogos francés e italiano, Bernard Kouchner y Massimo D'Alema.

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El objetivo del viaje de los jefes de la diplomacia de los tres países que más tropas aportan a la misión de la ONU en Líbano es presionar a las distintas facciones libanesas para que logren un acuerdo y superen la crisis que amenaza con arrastrar al país a una nueva guerra civil.

Los dos bloques (prosirios y antisirios) en que están divididas las fuerzas políticas libanesas han sido incapaces hasta ahora de pactar un candidato a presidente del país. La sesión del Parlamento que debía elegir al sucesor del hasta ahora presidente, el prosirio Emile Lahud, ha sido pospuesta hasta el día 23.

Los tres ministros tienen previsto reunirse con el primer ministro, el cristiano maronita Fuhad Siniora, y el presidente del Parlamento, el chií Nabih Berri, y visitar el cuartel general de las fuerzas de la ONU en Naqura.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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