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Los catalanes puntúan con un 7,5 su satisfacción laboral

Los catalanes dicen estar satisfechos con su trabajo. Del 1 al 10, valoran globalmente con un 7,5 su grado de satisfacción, según una encuesta a 2.180 personas que viven en Cataluña realizada por el Instituto Catalán de Estadística (Idescat), el Departamento de Trabajo y el Ministerio de Trabajo, cuyos resultados (dos décimas por encima de la media estatal) fueron de inmediato puestos en duda por los sindicatos.

La diferencia entre hombres y mujeres no es significativa en la valoración global de la situación en el puesto de trabajo. Sin embargo, sí se aprecian diferencias entre ambos sexos en cuanto a la insatisfacción con el salario percibido (mayor en el caso de las mujeres trabajadoras) y sobre las perspectivas de promoción profesional, que ven mejor los hombres. Aunque, en el caso de los salarios, la puntuación no alcanza el 6,5, y en el de los ascensos, no pasa del 5,6.

"La Administración debe seguir trabajando en políticas de igualdad", admitió ayer Salvador Álvarez, director general de Relaciones Laborales de la Generalitat, al comentar los resultados de la encuesta. Las mujeres más contentas con su salario son las que tienen trabajos técnicos, científicos e intelectuales.

Las mujeres, además, dicen sufrir más estrés en las edades comprendidas entre los 25 y los 44 años, que coinciden con la etapa de nacimiento y crianza de los hijos. Por el contrario, los hombres acusan mayor malestar entre los 45 y los 55 años. Las dificultades para la conciliación entre la vida laboral y la vida familiar "afectan más a las mujeres que a los hombres", añadió Álvarez.

Por franjas de edad, los encuestados de entre 45 y 55 años son quienes puntúan su empleo mejor. El 62% de ellos le pondrían nada menos que un 8. También hay que destacar el hecho de que el nivel de satisfacción en el empleo es superior en el caso de las personas que trabajan en empresas pequeñas. El aspecto al que los encuestados otorgan mayor valor es el ambiente en el trabajo.

La secretaria de Política Institucional de UGT de Cataluña, Eva Granados, cuestionó ayer el grado global de satisfacción, no tanto porque pusiera en duda la metodología de la encuesta como por "el elevado grado de subjetividad" que implica hablar de satisfacción en el trabajo, informa Efe. Es difícil entender cómo la nota media es del 7,5 cuando "la mitad de las familias no puede llegar a final de mes o tiene problemas para hacerlo".

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