Nuevos activistas detenidos
El régimen militar birmano centra las represalias contra los líderes de la oposición y aquellos que encabezaron las manifestaciones del mes pasado. Los soldados de la Junta Militar arrestaron ayer a tres de los disidentes que aún quedaban libres. Se trata de dos hombres y una mujer -Htay Kywe, Aung Htoo y Thin Ayer-, miembros del Grupo de la Generación de Estudiantes del 88, formado por ex líderes estudiantiles que apoyaron las manifestaciones en favor de la democracia en 1988 que finalizaron con 3.000 muertos.
La directora del Programa Asia de Amnistía Internacional (AI), Catherine Baber, señaló ayer que los tres fueron detenidos la noche anterior.
La directora del Programa Asia de AI admitió que una vez que alguien es arrestado, hay "un gran riesgo de que sea torturado". Dijo que las detenciones forman parte de una "caza de brujas" para hacer frente a los activistas. Se estima que un cuarto activista, Ko Ko, también ha sido detenido, si bien esta información no ha sido confirmada por AI.
El pasado día 11, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó una declaración en la que deploró "con firmeza" la reciente violenta represión en Birmania e instó a la liberación de todos los presos políticos y detenidos, así como al inicio de un diálogo de la Junta Militar con la oposición democrática que conduzca a la reconciliación. Los países asiáticos también han repudiado los métodos del Gobierno militar. La Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN), que ya mostró su repulsa a los métodos empleados, celebrará su próxima cumbre en noviembre en Singapur, con Birmania como uno de los puntos principales de la agenda.
Mientras tanto, la Junta Militar, por medio del rotativo La Nueva Luz de Myanmar, su órgano de propaganda, consideró también que la actual situación en Birmania "no representa una amenaza para la paz y la seguridad nacional", a la vez que se comprometió a proseguir su propia hoja de ruta hacia la democracia.
