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Luca de Tena y Recoletos, los puntos negros de la capital

Jesús Sérvulo González

El sistema de control ambiental que gestiona la Comunidad de Madrid, con 23 puntos de medición, no recoge datos de la capital: el núcleo urbano más contaminado de la región, según los ecologistas. El Ayuntamiento de Madrid tiene su propia red de estaciones de recogida de datos sobre la calidad del aire. En la ciudad hay 25 pequeños puestos de recogida de datos.

El resultado de un análisis del cielo de la capital refleja un sinfín de fórmulas químicas. Son los elementos que componen el aire que respiramos: dióxido de nitrógeno (NO2), partículas en suspensión (PM10), dióxido de azufre (SO2), monóxido de carbono (CO), benceno (C6H6), ozono (O3) y plomo (Pb).

Según un informe del Ayuntamiento, la ciudad cumple con casi todos los requisitos legales en materia de contaminación ambiental. Sólo rebasa el nivel mínimo de monóxido de carbono y de partículas en suspensión (PM10). Pero Ecologistas en Acción no opina lo mismo. Y aporta datos. Según la organización verde, 20 zonas de la capital superaron la media anual de dióxido de nitrógeno, fijada por la normativa europea en 40 microgramos por metro cúbico de aire. Las zonas más contaminadas son la plaza de Luca de Tena y el paseo de Recoletos. El Ayuntamiento asegura que esas zonas están junto a vías con alta concentración de tráfico de vehículos, el principal emisor de NO2.

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Además, otras nueve zonas, según Ecologistas, superan los límites en partículas en suspensión. "Lo que ocurre es que el Ayuntamiento descuenta los días que hay aire sahariano", dicen desde la plataforma verde. Y si así ocurre, según la normativa, los responsables municipales pueden hacen desaparecer de la estadística los días en que se ha rebasado el umbral de protección a la salud, siempre que haya una intrusión de polvo sahariano en la región. Éste es un fenómeno atmosférico que se desencadena cuando hay vientos procedentes del sur de la Península. El Ayuntamiento estima que el año pasado hubo 38 días en que había polvo procedente del Sáhara sobre las cabezas de los madrileños.

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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