Convocadas protestas ante las sedes del PNV

El Movimiento pro Amnistía de los presos de ETA culpó ayer al Gobierno vasco y al PNV de "provocar" los graves incidentes registrados el domingo en San Sebastián, después de que la Ertzaintza impidiera la manifestación que este colectivo había organizado dos veces, las mismas que había sido prohibida por el Departamento de Interior. Para denunciar su "política represiva", convocó concentraciones ante todas las sedes del partido nacionalista el jueves, a las siete de la tarde.

El portavoz de la ilegalizada Askatasuna, Juan Mari Olano, advirtió el pasado miércoles en una entrevista con Gara que si la policía autonómica impedía la marcha, convocada coincidiendo con la concurrida Bandera de La Concha, la principal regata de traineras del Cantábrico, se iba a producir "un combate callejero".

Los altercados se saldaron con numerosos heridos, entre ellos cinco ertzainas, y nueve detenidos. Todos los arrestados quedaron ayer en libertad con cargos, salvo el portavoz de Askatasuna, Juan Mari Olano, que deberá declarar esta mañana ante la Audiencia Nacional. Los ocho restantes, acusados de desórdenes públicos y participación en manifestación ilegal, tienen la obligación de acudir cada 15 días al juzgado, según confirmó la representante del Movimiento pro Amnistía Oihana Agirre.

La portavoz abertzale ofreció una rueda de prensa en la calle, frente a la sede central del PNV en San Sebastián, acompañada por varias personas heridas en los incidentes y por alguno de los detenidos. Allí responsabilizó de los altercados "al conjunto del PNV", aunque se detuvo en algunos nombres concretos.

Agirre sostuvo que los incidentes del domingo estaban "más que planificados" por el consejero de Interior, Javier Balza, y los responsables de la Er-tzaintza "siguiendo las instrucciones políticas del PNV". Es más, afirmó que el Gobierno dirigido por Juan José Ibarretxe, "siguiendo el guión escrito en sus encuentros en Madrid" por el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el presidente de la formación jeltzale, Josu Jon Imaz, "decidió que era el momento preciso para hacer agachar la cabeza a la izquierda abertzale prohibiendo la manifestación".

La portavoz del Movimiento pro Amnistía acusó a los Gobiernos central y vasco de "profundizar en la estrategia de la represión y de la guerra" e instó al PNV a "renunciar" a "esa vieja receta". "Es tiempo de plantarse ante el PNV y de acudir este jueves a las siete de la tarde a todos los batzokis a dejar muy claro que el tiempo para esa estrategia ha terminado", apostilló.

El alcalde de San Sebastián, el socialista Odón Elorza, así como el resto de los grupos municipales, condenaron los incidentes del domingo. El primer edil no descartó que se vuelvan a producir, ya que "la bestia está fuerte", dijo.