Santi Amodeo

El director de cine sevillano Santi Amodeo guarda excelentes recuerdos de un viaje que realizó por Europa continental en 1992 con cuatro amigos "muy golfos".

Pregunta. ¿Cómo surgió la idea?

Respuesta. Yo y otros cuatro amigos decidimos huir de Sevilla durante el verano de la Expo. Agarramos una furgoneta y partimos sin un duro. Como los cinco sabíamos tocar un instrumento sobrevivimos durante tres meses como músicos callejeros.

P. ¿Y qué tocaban?

R. Se supone que flamenco, pero lo que había ahí era mucha cara dura. Porque yo apenas me sabía cuatro sevillanas con la guitarra. Menos mal que en Amsterdam conocimos a un par de chicas sevillanas guapísimas que bailaban muy bien y eso hizo que el negocio nos fuera de miedo durante un par de semanas.

P. ¿Además de Amsterdam, qué otros sitios visitaron?

R. Muchas ciudades: Marsella, Berlín, París, lugares de Suiza. A veces nos enterábamos de que había un concierto en una ciudad e íbamos para allá. Otras, llegábamos a un sitio, conocíamos a alguien que no era de ahí y al final acabábamos durmiendo en su casa en su país de origen.

P. ¿Cómo se organizaban para dormir?

R. Pernoctamos en los sitios más frikis. En Lyon, por ejemplo, pasamos la noche en un restaurante de un tipo que estaba obsesionado con Almodóvar. Imagínese cómo era el local. En Berlín nos tocó dormir en una casa Okupa, y así todo el rato.

P. ¿Y cuál fue el lugar que más le impresionó?

R. Conocía bastante Europa occidental. Por eso, lo que más me impactó fue descubrir los países del Este, que se podían visitar desde hacía muy poco. Imagínese, en Praga la única zona con luz por las noches era el centro, es decir, la parte turística. El resto de la gente no tenía electricidad.