"La literatura surge por emociones"
Valerio Manfredi escribe 'Diez mil', su nueva recreación histórica
Valerio Manfredi (Piumazzo, Italia, 1943) es poco conocido por su profesión de arqueólogo. Lo que sí se sabe es que con Alexandros ha acercado la vida del conquistador Alejandro Magno a millones de hogares de todo el mundo a través de la literatura.
Su trilogía sobre este personaje, que suma 1.275 páginas, ha vendido seis millones de ejemplares, se ha traducido a 32 idiomas y está presente en las librerías de 54 países. Los derechos de esta obra y los de La última legión fueron comprados por el productor Dino de Laurentiis para adaptarlos al cine. De momento, sólo se ha llevado a la gran pantalla la segunda, que se estrenará en España el próximo año, protagonizada por Colin Firth, Ben Kingsley y la sex symbol de Bollywood Aishwarya Rai.
Manfredi también ha participado en el guión de la película Memorias de Adriano, dirigida por John Boorman (Excalibur), que adapta a la gran pantalla la novela homónima en la que Marguerite Yourcenar recreó la vida del célebre emperador romano. Antes de encerrarse en su casa de Italia para terminar su último trabajo, Diez Mil, ha visitado estos días la Semana Negra de Gijón.
Pregunta. ¿La literatura da más satisfacciones que la arqueología?
Respuesta. Estoy en esta profesión de casualidad. Me pidió un editor que le escribiese un libro y lo que no pensaba es que iba salir uno tras otro. La literatura surge por emociones y uno de sus fines es rellenar el espacio que hay entre nuestra mente y nuestra vida. Necesitamos más vida y más vidas.
P. ¿Le gusta llevar a sus lectores al mundo de la imaginación?
R. Tenemos necesidad de soñar. El hombre sueña por la noche y también por el día. La actividad del escritor es importante porque su misión es la de crear emociones y para ello tiene que construir una historia que sea bastante real. Lograrlo depende de que la recreación ambiental sea impecable.
P. ¿Es lícito falsear la historia?
R. No es honesto. Siempre se ha hecho. No existe una única verdad histórica pero hay que hacer el esfuerzo por acercarse lo más posible a la verdad.
P. ¿A qué achaca el éxito en estos momentos de la novela histórica?
R. El lector quiere saber pero no de una manera puramente académica. La historia es dura, difícil y aburrida y convertirla en algo ameno y entretenido requiere un trabajo enorme.
P. ¿Aturde el éxito después de vender seis millones de ejemplares?
R. Se siente una gran emoción y es como si te llegase un mensaje en una botella cuando estás en una playa perdida. Es una cosa extraña y no sabes cuándo va a acabar. Lo que sí encuentras son personas entrañables en el mundo. Entre mis lectores se encuentran el comandante Castro, el rey Constantino de Grecia o ex jefes de Estado como Andrés Pastrana [Colombia], pero desde que publiqué mi primer libro espero con ansiedad la carta de una joven que padece una grave enfermedad, de la que desconozco su identidad, que cuando publico un nuevo libro me dice: 'Espero que su próximo libro me permita volar a otros lugares y viajar a otros tiempos que la vida me ha negado'. No hay crítica que me produzca tanta satisfacción como sus palabras.
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