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Tribuna:URBANISMO
Tribuna
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Sobre la nueva Ley del Suelo

La nueva ley del suelo entró en vigor en domingo, uno de julio, todo un signo de lo que va a ser su papel. Va a estar descansando frente a aquello que dice va actuar, la especulación, el desarrollismo, la falta de vivienda protegida... Desgraciadamente va a ser una Ley intrascendente frente a estos problemas. Esa es la conclusión de la mayoría de los expertos independientes, universitarios, profesionales del sector, en las apresuradas jornadas explicativas que ya se celebran como la de los arquitectos valencianos en Alicante.

Pero, ¿qué es la ley del Suelo?, en síntesis.... a) Una serie de principios básicos genéricos ya existentes, en todas las legislaciones autonómicas, y ya más desarrollados en la valenciana... b) Otro cambio de nombre a lo que es Suelo Urbano, Suelo Urbanizable y Suelo No Urbanizable, en el que el Urbanizable desaparece o es el innombrable, por lo que queda el Urbano y el Rural, y la asignación de valoración a esas categorías nuevas de suelo al margen de su valor del mercado...c) Además, establece una obligatoria reserva del 30% de suelo para vivienda protegida...

"Establecer el valor del suelo por ley no es real, es injusto para la sociedad y choca con los criterios de valoración europeos"

Para ello, 9 o 10 artículos bastan y serían más acordes con el contenido y no los 35 que tiene. Por otra parte, bordea (¿o traspasa?, los tribunales dirán), su reducido marco competencial estatal con incursiones en la ordenación del territorio y la ordenación urbanística, materia constitucionalmente autonómica, aunque lo niega o justifica en la Exposición de Motivos, excusatio non petita...

Es loable pretender reducir el precio del suelo, reducir o eliminar los incrementos especulativos del mismo, que los principios del desarrollo sostenible impregnen las decisiones urbanísticas públicas y privadas, que la vivienda protegida llegue a todos los ciudadanos que la necesitan....Lo suscribo radicalmente. Pero los objetivos no son la Ley; no basta con unos artículos que nos lo recuerden, sino que hay que definir medidas y diseñar instrumentos legales, políticos y económicos eficaces. No es suficiente expresar buenos deseos si además la ley es confusa en la identificación de los mecanismos que va a utilizar y se pierde en generalidades y lugares comunes.

No es fácil la tarea, desde el año 1956 las sucesivas leyes del suelo tienen el mismo objetivo, reducir el precio del suelo y luchar contra la especulación. Es evidente que no se ha conseguido, de lo contrario no habría nacido esta Ley 8/2007. Pero si en el año 1995, (Informe Comisión de Expertos y LRAU valenciana), el criterio era la flexibilización y liberalización del suelo, hoy el planteamiento hecho por el legislador estatal está en lado opuesto del péndulo, se impone la reducción de suelo urbanizable y la intervención en el precio. En la 8/2007, se establece el precio del suelo, por decreto, podríamos decir por ley o por narices. Pero en la sociedad actual, año 2007, los precios no los fija ni el gobierno ni las leyes. Es mucho más complejo que todo eso. Establecer el valor del suelo por Ley no es real, es injusto para el conjunto de la sociedad y choca con las líneas de criterios de valoración europeas y mundiales y con las bases aceptadas de las leyes del mercado..., que a pesar de sus defectos está generando la etapa de mayor riqueza y desarrollo de la historia. Se ha recurrido a un enfoque antiguo y simplista, que ya fracasó, muy alejado de la evolución de una sociedad moderna y global.

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En conclusión, la ley del suelo, responde a una necesidad coyuntural de acción política, más que a una respuesta seria a una problemática. Es más una declaración de principios que un instrumento para cambiar algo... Es una oportunidad perdida, los precios no van a bajar por esta ley, la conflictividad y litigiosidad aumentará...perjudicando la normal gestión pública del urbanismo, ojalá me equivoque, es un deseo, no una convicción.

Positivo me parece en cambio, como gesto y como medida, la necesidad de garantizar un porcentaje de suelo del 30%, para actuaciones de vivienda protegida. Para evitar que quede sobre el papel, el cómo y dónde será fundamental, el planeamiento y las medidas económicas de apoyo serán determinantes.

Fernando Modrego Caballero es arquitecto.

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