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Entrevista:Julio Segura | Presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores | Nueva etapa para el regulador de los mercados españoles

"Al presidente de la CNMV lo debe nombrar el Gobierno, no el Congreso"

Miguel Ángel Noceda

A Julio Segura Sánchez (Madrid)siempre le ha gustado estar en el mundo académico, en la investigación, no en primera línea ejecutiva. Sin embargo, a los 64 años, ha llegado a la presidencia de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en medio de una gran bronca política y mediática por la dimisión de Manuel Conthe. Segura, que pidió hace dos años al vicepresidente Pedro Solbes su paso del consejo del Banco de España al de la CNMV antes de que se iniciara el proceso de cambio de gobernador, ni lo imaginaba. Pero fue el elegido por el Gobierno. El próximo presidente será nombrado por el Parlamento, según ha decidido el Congreso con la oposición del PSOE. Dos meses después de su nombramiento, Segura ofrece a EL PAÍS su primera entrevista, y la única que tiene previsto conceder. Prefiere no embarrarse demasiado en los temas controvertidos que rodearon la dimisión de Conthe, pero utiliza con frecuencia la ironía para responder.

"Los dos años y medio de Conthe como presidente fueron excelentes, pero al final provocó un periodo de mucha tensión en la Comisión"
"La carencia de recursos humanos es importante. Lo más difícil es demostrar el uso de información privilegiada, porque siempre es sobre indicios"
"Si me llama el presidente de una empresa con un problema me pongo al teléfono. ¿No me puedo poner si lo hace un ministro? Hay que oír a todos"
"Hay que endurecer las sanciones porque las actuales son incentivadoras. La CNMV propuso elevarlas, pero no se llegó a buen puerto"

Pregunta. ¿Por qué aceptó?

Respuesta. Seguramente porque cuando te toca, te toca. Si lo hubiera previsto, posiblemente me habría marchado antes; pero era una situación de crisis en una institución fundamental para el correcto funcionamiento de la economía y, además, un conjunto de personas me convencieron, o yo me dejé convencer, de que sería la solución con menos problemas para la casa. El reto es apasionante. No estaba entre mis planes y ni siquiera, en aquellos momentos, entre mis ilusiones. Pero ahora sí.

P. El PP convirtió la dimisión de Conthe en arma arrojadiza contra el Gobierno y contra usted. ¿Se sintió muy presionado en su comparecencia en el Congreso?

R. Era una obviedad que la situación que vivía la CNMV era de máxima tensión y que se utilizaba la institución para debates interesados. Pero mi obligación era demostrar a los diputados que no tenía conflicto de intereses y que estaba habilitado para ocupar el cargo. Ningún grupo puso en duda mi competencia profesional.

P. ¿Qué opina de que el próximo presidente de la CNMV lo nombre el Congreso?

R. Yo creo que lo debe nombrar el Gobierno, no el Congreso,que, no obstante, debe realizar filtros previos. De hecho, no conozco ningún país en el que el presidente de una agencia supervisora sea nombrado por votación parlamentaria. Si lo que se está intentando es garantizar la independencia, es una mala fórmula, ya que automáticamente se introduce un elemento de dependencia ideológica. Se ha demostrado en otros organismos del Estado que el nombramiento por mayoría cualificada parlamentaria no garantiza la independencia. Lo que sí defiendo es que los miembros de órganos de gobierno de estas instituciones sean nombrados por un solo periodo, relativamente largo, y que, como luego tienen pocos controles, lo razonable es que haya filtros estrictos antes del nombramiento.

P. ¿Cómo se garantiza la independencia de estos organismos?

R. Nombrando a profesionales competentes que sólo se pueden jugar su prestigio, lo que implica que su margen de discrecionalidad, que siempre existe, no se convierta en arbitrariedad.

P. ¿Cómo valora la actuación de su antecesor?

R. Prefiero no entrar en este tipo de polémicas. No obstante, creo que los dos años y medio de Conthe en la presidencia con Arenillas en la vicepresidencia han sido excelentes desde el punto de vista de las mejoras del mercado financiero y de modificaciones regulatorias. Posiblemente, los mejores años junto al primer periodo de creación de la CNMV, con Luis Carlos Croissier.

P. ¿Abusó de personalismo, de poder?

R. Recibí una sorpresa cuando anunció la dimisión. No me la esperaba. Además, es muy opinable que la condicionara a una comparecencia parlamentaria previa. En este tema no entro. Sí percibí un periodo, un mes, de mucha tensión en la Comisión, con un presidente que se iba a ir, pero no se sabía cuándo. Una de las peores cosas que le puede pasar a una entidad supervisora es estar en la primera página de la prensa continuamente. Quitando ese mes, no he percibido problemas especiales. Las cañerías de la casa, las que no se ven, han funcionado normalmente.

P. ¿Sólo un mes? ¿Y antes?

R. Sí, desde que hace pública su dimisión hasta que se sustancia. Luego se prolonga en la medida en que sigue teniendo un protagonismo mediático desmedido.

P. Usted convivió con Conthe. ¿De verdad no se veía venir lo que pasó al final?

R. Es que mis relaciones con él eran distintas a las de otros consejeros, porque tenía una encomienda especial (estudios, publicaciones, estadísticas y el informe anual) que me permitía, en parte de mi trabajo, estar en una campana de cristal. Todas las iniciativas que propuse fueron admitidas. Una parte de mi relación con el presidente anterior ha sido estupenda. Por tanto, yo he sufrido menos que otras personas.

P. Habrá que preguntar entonces al vicepresidente.

R. Habrá que hacerle una entrevista al vicepresidente.

P. A pesar de esa buena relación le hizo un feo en su toma de posesión dando una rueda de prensa paralela y llegando tarde. Usted aquel día le llamó majadero y autista en su discurso ("sólo a un majadero se le ocurriría pensar que las decisiones mejores son las tomadas de forma autista, con la menor información posible") en presencia del vicepresidente Solbes.

R. Ya me regañaron por decir majadero, así que no lo repetiré, aunque no estaba pensando en él.

P. Dígalo de otra manera.

R. Pues que me parece la peor forma de tomar una decisión hacerlo sin disponer de toda la información posible.

P. ¿En qué consiste la independencia para usted?

R. En que cuando tienes que tomar una decisión, hay que oír a todas las partes implicadas, las que quieren hablar contigo y a las que quieres pedir opinión, y luego formar tu propio criterio. Pero, desde luego, no solamente oír a una de las partes, porque entonces la información es insuficiente. Si a mí me llama el presidente de una empresa que tiene un problema, pues me pongo al teléfono, y si me pide una entrevista, le cito. ¿No me puedo poner al teléfono en el caso de que llame, por ejemplo, un ministro o un secretario de Estado? Hay que oír a todos. La independencia consiste en eso, en escuchar todas las opiniones y hacerse un criterio y, adicionalmente, si ese criterio está respaldado por cierta competencia técnica, pues aportar toda la información posible, más la legislación vigente y más el sentido común. ¿Que luego la decisión es discutible y que te puedes equivocar? Sin lugar a dudas. Si todos los errores los tienes distribuidos en la misma cola, entonces sí que es dudoso que seas independiente. Yo, afortunadamente, los tengo distribuidos de forma aleatoria.

P. ¿Ha habido otros que no?

R. Es posible.

P. ¿Quiénes?

R. No, simplemente hablo en general...

P. ¿Por qué? ¿Porque usted votó con Conthe a favor de retrasar la OPA de Enel y Acciona sobre Endesa y luego contra su propuesta de sancionar a estas empresas?

R. Lo que ocurre es que hay personas que tienen las ideas mucho más claras que yo desde el principio. A mí me cuesta formarme una opinión. Y en una secuencia temporal larga, de decisiones encadenadas, el problema radica en que las decisiones que se han tomado condicionan las que se pueden tomar después. Conseguir consistencia en ese tipo de cadena de decisiones es muy complicado. Si siempre votas lo mismo, es muy sencillo; pero, en mi caso, no es así. Los criterios son opinables. Me pueden acusar de haberme equivocado, pero no de haber votado siempre en la misma dirección. Lo que trataba de buscar era la consistencia en mis decisiones, cosa que al 100% es imposible en un proceso tan complejo. Eso es para mí la independencia, para otros es otra cosa.

P. ¿Le constan presiones sobre la CNMV en las OPA a Endesa?

R. Sobre mí, puedo asegurar que no. Tengo pocas relaciones con el mundo político y financiero, por lo que no soy susceptible de recibir presiones.

R. ¿Qué opina de que Conthe sea responsable del consejo editorial del diario Expansión?

R. No me preocupa en absoluto. En su caso, sería un tema de la competencia de Administraciones Públicas. Al fin y al cabo, la situación de un ex presidente de la CNMV es de dos años de carencia con el 80% del sueldo y, naturalmente, una lista de incompatibilidades que en lo esencial es evitar relaciones con sociedades sobre las que haya tomado decisiones.

P. Recoletos, editora de Expansión, estuvo cotizada, aunque esté ahora en otro grupo.

R. Yo no soy jurista, pero, en cualquier caso, ni yo ni la Comisión tenemos que velar por que los ex presidentes cumplan la ley.

P. ¿Cree que se ha pacificado la CNMV tras su nombramiento?

R. No había nada que pacificar, sí que tranquilizar. Además, apenas he hecho cambios. Por ejemplo, mi secretaria es la de Conthe, porque es excelente profesional.

P. ¿Cree que el PP se cebó, tirando del hilo de Conthe, con Arenillas por ser el marido de una ministra y por sus supuestas relaciones con La Moncloa?

R. Sin lugar a dudas; pero a mí, como presidente de la CNMV, me resulta irrelevante. Lo que me interesa son las actuaciones de Arenillas en tanto que vicepresidente de la CNMV. Y aquí hay dos temas: se sembró una sombra de sospecha sobre su cumplimiento con la ley de incompatibilidades y se insinuó un trato de favor a un fondo de inversión. Pues bien, por un lado, Administraciones Públicas ha certificado que ha cumplido todos los requisitos sobre incompatibilidades. Y, por otro, la dirección de control interno de la CNMV, que depende del comité ejecutivo (no de mí ni del vicepresidente), ha concluido que no hubo ningún trato de favor en la autorización y registro del fondo de Vega Fund. Adicionalmente, Arenillas es un profesional extremadamente competente que aporta a la casa algo fundamental como es el conocimiento de los mercados y de la industria.

P. Se ha mostrado muy preocupado por la estabilidad financiera. ¿Es partidario de juntar los organismos supervisores?

R. La existencia de una Dirección de Seguros, que además de reguladora es supervisora, es una anomalía. Debe ser simplemente reguladora. En España hay un supervisor de solvencia, que es el Banco de España, y otro de conductas, que es la CNMV. El de Seguros es un punto imperfecto, como lo es que la CNMV se ocupe de la supervisión de solvencia de sociedades de valores, cuando debería ser el Banco de España. Soy partidario del modelo twin peaks [cumbres gemelas] frente a un supervisor único. Por un lado, porque eso requeriría una revolución del modelo; por otro, porque en un único supervisor se acumularía enorme poder y una sobreburocracia, y además estaría sesgado a un lado u otro.

P. En información privilegiada, sigue habiendo muchas fisuras...

R. Con frecuencia lo difícil es probar que ha habido uso de información privilegiada, abuso de posición dominante o manipulación de mercado. La suspensión de cotización limita la información privilegiada, pero hay que afinar mucho en la medición para demostrar que existe. No estamos en peor situación que otros países, lo que no quiere decir que estemos bien.

P. ¿Tiene la CNMV suficientes medios?

R. La carencia de recursos humanos es muy importante. Mientras los registros y empresas se han multiplicado por 100, la plantilla lo ha hecho un 30%. Funcionamos con un sistema de alarmas porque no podemos supervisar a los 8.000 agentes del mercado. Cuando salta la alarma abrimos una investigación que luego puede conducir a la apertura de un expediente. Y lo más difícil es demostrar el uso de información privilegiada, porque siempre es sobre indicios.

P. Ocurre que la CNMV muchas veces reacciona tarde o no pone medidas preventivas suficientes.

R. Son dos cosas distintas. Vamos con la primera. Si se detecta un comportamiento anómalo de una cotización en términos estadísticos y tres días después se produce un hecho relevante, lo primero que se hace es recoger la información disponible (registros, análisis de la evolución de las cotizaciones, operaciones de paquetes significativos sobre iniciados...). La investigación lleva tiempo. Al acabar es cuando se puede tomar la decisión de incoar o no un expediente, que requiere pliego de cargos, plazo para alegaciones, etc. La decisión final tarda año y medio. A mí no me preocuparía mucho si se pudieran sancionar adecuadamente las conductas inadecuadas. Porque otra cosa es el régimen sancionador...

P. Pues cuente, cuente.

R. Es manifiestamente mejorable. Tenemos dos tipos de sanciones, graves y muy graves. Y a uno le sorprende extraordinariamente que las faltas graves sólo puedan ser castigadas con el beneficio obtenido de la operación. No hace falta ser muy avezado para darse cuenta de que si el único riesgo que se asume es devolver el beneficio obtenido, el incentivo para cometer la falta es grande.

P. ¿Habrá que endurecerlas, no?

R. Las graves, sin lugar a dudas, porque son incentivadoras. Las muy graves, no, porque admiten sanciones duras y, normalmente, pasan a ser causas penales. Pero todo el bloque sancionador es mejorable. De hecho, la CNMV ha realizado propuestas precisas sobre la modificación del régimen sancionador que se iban a incorporar en la trasposición de la Directiva de Mercados (MIFID) como una modificación de la Ley de Mercado de Valores. Sin embargo, al final, la decisión política ha sido trasponer la directiva sin más, por lo que no ha habido posibilidad de modificar el régimen sancionador. Había un principio de acuerdo, pero no llegó a buen puerto.

P. Al margen de este chasco, ¿qué le parece la MIFID?

R. Es un cambio revolucionario: supone el fin del monopolio en la contratación de mercados de valores, la armonización de mercados y servicios de inversión y una mejor protección de los inversores.

P. ¿Y la ley de OPA?

R. En la supervisión de OPA se persiguen dos objetivos. Una parte es garantizar que los accionistas no sean discriminados en los procesos de control societario y que tengan acceso a las mejores condiciones que puedan obtener otros agentes. Otro objetivo es facilitar los cambios del control de la sociedad porque mejora la capacidad de gestión. La nueva normativa simplifica bastante, ya que desaparece la OPA intencional a priori y las parciales obligatorias. Da mayor flexibilidad y garantiza la posibilidad de acudir a la mejor oferta.

P. Astroc.

R. ¿Qué pasa con Astroc?

P. Eso es lo que yo pregunto.

R. Pues que fue admitida a cotización sin problemas, que en un periodo muy breve se apreció más del 1.000% y que, tras un éxito rápido, tuvo una caída vertiginosa. Esto hizo saltar las alarmas en la CNMV que, naturalmente, está analizando con detalle la información disponible. Pero no es nada especial. Puede acabar con un expediente o con el archivo. Efectivamente, es un valor con un comportamiento extremadamente anómalo. La propia sociedad ha tomado medidas que indican que es consciente del problema. Pero no es un caso que sienta como polémico.

P. Usted dijo en su toma de posesión que tenía un contrato temporal. ¿Sigue pensando lo mismo?

R. No me lo planteo. Con lo que tengo me da para no pensar en historias potenciales. No tiene sentido planteárselo antes de saber la carga de trabajo y si estoy a gusto. Además, se tiene que producir una serie de circunstancias, como el cambio de legislatura y que me lo ofrezcan. Se trata de empezar lo mejor posible y, si no soy yo, alguien vendrá a completarlo.

El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Julio Segura.
El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Julio Segura.LUIS MAGÁN

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Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.

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