"Que cumpla su condena íntegra"

"Ante todo, quiero que cumpla la condena íntegra por haberme intentado matar. Y luego que lo metan en un centro psiquiátrico penitenciario porque estoy segura de que lo volverá a intentar". Así de contundente es Miriam Alonso Corraliza, la mujer de 21 años que fue arrojada al metro en Carabanchel, sobre la pena que puede recibir su atacante, Jorge Ramos.

Miriam disfruta ya de la casa que le entregó la Comunidad de Madrid en el distrito de Tetuán. Se trata de una vivienda adaptada, que le permitió dejar la que tenía en Fuenlabrada. Reconoce que tiene ganas de que comience el juicio y se decida si Ramos debe entrar en la cárcel o en un psiquiátrico. "Me parece que el juicio ha tardado mucho. Espero que quede claro que ese hombre es un enfermo psíquico y que no debe estar por la calle", añade la víctima. Miriam también destaca que el fiscal y su abogada hayan coincidido en la misma petición de siete años de cárcel o de 15 en un psiquiátrico. "Tengo ganas de quitarme eso de encima y poder pasar esa página", concluye.

La mujer está de baja laboral desde que sufrió el ataque. Y sigue una rutina para poder recuperarse. Va todas las mañanas cuatro horas a rehabilitación. Le han intentado poner una prótesis que le permita caminar, pero le resulta muy difícil porque la amputación en la pierna fue muy alta.

Recientemente también ha sido intervenida para corregir el golpe que recibió en la nariz y le supuso un ligero corte en una fosa nasal. "Tendré que someterme a una segunda operación, pero de momento voy aceptando bien el cartílago", explica ilusionada.

Miriam salía de su trabajo en la gestoría Asesoría Jurídica y de Empresa, en la glorieta del Ejército, frente al hospital militar de la Defensa, también conocido como Gómez Ulla. Eso le ha permitido que todos los gastos médicos hayan sido asumidos hasta el momento por la mutua patronal. Al ser inmediatamente posterior al salir del trabajo, ha sido considerado, hasta el momento, como accidente laboral.