Cinco consejeros plantan al 'síndic' para analizar el protocolo sobre el maltrato
Ni la consejera de Justicia, ni el de Educación, ni la de Acción Social y Ciudadanía, ni el de Interior, ni la de Salud. Esos cinco consejeros del Gobierno catalán estaban convocados ayer por el síndic de greuges, Rafael Ribó, para analizar el funcionamiento del protocolo institucional firmado hace unos meses a raíz del caso de la niña Alba y que vuelve a estar sobre la mesa al destaparse el caso de Claudia, la bebé de seis meses de Salou cuyo padre está en prisión acusado de maltratarla.
Ninguno de los cinco consejeros acudió a la reunión ayer, a diferencia de lo sucedido el pasado 13 de septiembre. En el acto celebrado entonces en el Palau de la Generalitat hablaron todos y no faltó nadie a la foto. Pero ayer sólo acudieron el delegado del Gobierno, Joan Rangel; la nueva fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, Teresa Compte, y la presidenta de este organismo, María Eugenia Alegret. Los consejeros delegaron en cargos de segunda fila.
Con todo, el síndic restó importancia a las ausencias. En su opinión, sirvió para constatar la necesidad de "mejorar" el protocolo que se creó entonces, dijo Ribó. Y para evidenciar que, aun así, es un instrumento "útil y eficaz", pero que "es necesario analizar cómo se puede mejorar en su redactado". El síndic considera que desde que se firmó aquel protocolo han aumentado las denuncias por malos tratos a niños, aunque no ofreció cifras, y existe mayor sensibilización social.
La semana próxima se reunirá la comisión técnica encargada de velar por la aplicación del protocolo. Mientras tanto, Ribó declinó ayer entrar a valorar qué había fallado en el caso de Claudia y pidió que se esperase a la finalización del informe que está realizando. El abogado del padre de la niña recurrió ayer la orden de prisión dictada por el juzgado de Tarragona.
