El amor y el arte de saber vivir

El Banquete de Platón (427-347 antes de Cristo), uno de sus Diálogos más populares junto con Fedón y Fedro, es a la vez una de las obras más amenas de la historia de la filosofía, harto legible y original. El padre supremo de la filosofía de Occidente trata en ella el tema del amor, de la atracción erótica que siente cada ser humano por algunos de sus semejantes, y, en concreto, la que solían despertar algunos griegos en otros, pues Platón, por boca de Sócrates y cinco comensales más, presentes en un banquete organizado en casa del poeta Agatón, aporta distintas visiones de los orígenes de la atracción homosexual entre varones: pasión física por la belleza y, a la par, un sentimiento pedagógico de los mejores hacia los hermosos adolescentes que comienzan a descubrir los secretos de la vida. Tras varios intentos de establecer una definición coherente del amor por parte de cada uno de los presentes -entre los interesantes discursos se halla el célebre de Aristófanes sobre el mito de los andróginos-, el agudo Sócrates terminará recordando punto por punto un diálogo que mantuvo en tiempos con una sabia mujer, Diótima, superando con ello las anteriores lucubraciones de los demás concurrentes con su visión de lo que significa la atracción erótica, esta vez tanto entre el hombre y la mujer como entre los iguales, y afirmando que Eros es un demon, una especie de genio intermediario entre la divinidad y los mortales, un indigente necesitado de la belleza y cuya suma aspiración es "procrear" en ella, tal como reza una de las más célebres definiciones platónicas: "Amor es procreación en la belleza, tanto según el cuerpo como según el alma". Pero Diótima también le descubre a Sócrates el quid del amor platónico: cómo, a la larga, el amante tendrá que aprender a superar el mero deseo de los cuerpos bellos y dejarse embriagar por la suprema contemplación de las sublimidades del alma de las personas amadas con lo cual alcanzará el sumo bien, meta del mejor amor.

La Ética Nicomáquea, conjunto de apuntes recopilados por Nicómaco, hijo de Aristóteles (384-322 antes de Cristo), es el primer tratado de ética de Occidente, y el que dotó de independencia a esta disciplina. Considerado el manual por excelencia -aún no superado- de eudaimonía o "arte de saber vivir", propone las reglas que deben observarse para lograr una vida virtuosa. La virtud es el origen de la felicidad y ésta se obtiene mediante una buena educación y con la voluntad de querer lo mejor, que no es lo más fácil, sino lo más correcto y adecuado según los casos. La fórmula estelar de Aristóteles para vivir bien y conforme a la virtud es la del justo medio en el obrar: ni poco ni demasiado, sino siempre lo justo entre ambos. Y ello, tanto en la vida privada como en la pública, esto es, en la política.

RBA inaugura con ambas obras una colección de bolsillo muy asequible, elegante y prometedora que se nutrirá de los fondos de la imprescindible Biblioteca Clásica Gredos. Las traducciones, firmadas por especialistas, son rigurosas y están bien anotadas. Un acierto absoluto.

Introducción, traducción y notas de M. Martínez Hernández. RBA. Barcelona, 2007. 172 páginas. 5, 50 euros.

Ética Nicomáquea.

. Introducción de T. Martínez Manzano. Traducción y notas de Julio Pallí Bonet. RBA. Barcelona, 2007. 304 páginas. 6,50 euros.

Banquete. Platón, Aristóteles