Aprender a esquivar el golpe

"Sirve de muchísimo. Aprendes a zafarte, a evitar los golpes". Ayer Mª Amparo, de 41 años, se revolcaba sobre un tatami junto a otras 19 compañeras víctimas de maltrato mientras practicaba ejercicios de defensa personal.

Era el primer día de un curso que la Consejería de Bienestar Social subvenciona a través de la Fundación Tolerancia Cero contra la violencia doméstica para mujeres en riesgo y que durará hasta la próxima semana.

Mª Amparo sabe qué se siente al recibir una paliza. Lleva encajadas cuatro y en la última acabó en una ambulancia de camino al hospital. "Me partió un diente, casi pierdo un ojo, acabé con un collarín y un corsé", relata. Fue en el comedor de su casa, "me comí el sofá, el aparador, todo lo que me encontré por delante". Su ex pareja -"un arquitecto, no te creas"- tienen una orden de alejamiento de dos años y una condena de seis meses de cárcel.

Esta mujer, también arquitecto, se ajusta perfectamente al perfil de las alumnas: personas en riesgo de agresión que quieren sentirse más seguras ante un eventual ataque. "Aprendes movimientos para evitar los golpes, esquivarlos y a la mínima oportunidad salir corriendo", comenta. "Y si yo puedo hacer el curso, puede cualquier mujer". La instructora Marina Lluch incidía en esta idea. "Se trata de aprender a defenderse con movimientos naturales, una mujer de 50 kilos no puede hacer frente a una agresión, pero sí puede tratar de revertir los golpes en su propio beneficio", comentaba. "La mejor pelea es la que no se da y si se produce, se trata de salir airosa".

Los cursos, de 20 horas de duración, se imparten en el Instituto Valenciano de Autodefensa y consisten en una versión simplificada del que se ofrecen al público en general. Bienestar Social los financia en el caso de mujeres en riesgo de agresión con la colaboración de Bancaixa.