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Crónica:Fútbol | 37ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Celta echa al Atlético de Europa

El equipo de Aguirre sale de los puestos de UEFA tras perder contra un rival que fue muy superior y que sigue aspirando a la permanencia

Durante 26 jornadas, fiel a la causa, el Atlético ha sido equipo europeo. Ocupaba siempre puestos de honor, lejos de aspiraciones de mayor enjundia pero bien alojado en los lugares que dan acceso a la Copa de UEFA. Ayer, ante la irritación de su hinchada, el Atlético perdió el pasaporte y se quedó fuera de Europa. Su fútbol, tenebroso durante toda la temporada, no le llegó para superar a un Celta que se jugaba la vida y que, simple y llanamente, le aplastó.

El Celta hizo el partido del año, que le permite respirar una semana más, y mandó al cuarto oscuro a un rival cuyo juego, la mayoría de las veces, da grima. El equipo de Stoichkov apareció en escena con un fútbol casi insolente (por bueno), algo más que curioso cuando de un cualificado candidato al descenso se trata. Hasta seis ocasiones acumularon los vigueses en un arranque eléctrico, con Leo Franco trabajando a destajo. De forma inesperada, el partido nació al revés, con el Atlético, el grande (es un decir) achicando agua como buenamente podía. Marcó el Celta un gol legal que el árbitro, aconsejado por su auxiliar, le arrebató. Gustavo López progresó por la derecha y mandó su envío al área pequeña. Y allí Nené, de largo el mejor del partido, dibujó un taconazo mágico que se fue dentro. Pero el juez de línea falseó los hechos y decidió anular el gol por un fuera de juego que no existía.

ATLÉTICO 2 - CELTA 3

Atlético de Madrid: Leo Franco; Seitaridis (Agüero, m. 55), Pablo (Perea, m. 71), Eller, Antonio López; Luccin, Maniche (Gabi, m. 86); Galleti, Maxi, Petrov; y Torres. No utilizados: Pichu; Pernía, Costinha y Mista.

Celta: Pinto; Ángel, Contreras, Lequi, Placente (Yago, m. 35); Oubiña, Pablo García; Gustavo López, Cannobio (Vila, m. 89), Nené; y Baiano. No utilizados: Esteban; Bamogo, Núñez, Perera y Jorge.

Goles: 1-0. M. 28. Maxi de disparo raso. 1-1. M. 31. Baiano de penalti. 1-2. M. 47. Yago remata un córner solo de cabeza. 1-3. M. 66. Baiano a pase de Canobbio. 2-3. M. 69. Maxi en el área pequeña a pase de Petrov.

Árbitro: Pérez Burrull. Mostró amarilla a Lequi, Contreras, Baiano, Pablo García, Pablo, Ángel, Pinto, Petrov y expulsó a Luccin por roja directa.

50.000 espectadores en el Vicente Calderón.

El Celta hizo el partido del año y mandó al cuarto oscuro a un rival cuyo juego da grima
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No hubo premio para el Celta en todas sus apariciones en ataque y el equipo fue menguando a lo que, quién sabe, quizá le ayudó saber que el gol del Athletic ante el Villarreal, recibido por la grada con una ovación que ya quisiera haber recibido el Atlético esta temporada, le convertía en equipo de Segunda. El Atlético intentó entonces soltar amarras, venirse arriba, superar la esforzada presión rival. Y en éstas que Lequi, un ex rojiblanco, le dio una patada al viento con tan mala fortuna que el balón cayó en los pies de Maniche, un tipo que de cuando en vez demuestra que de esto sabe. Y lo demostró en esa jugada, al abrir con habilidad el balón en largo, a la izquierda, donde galopaba Torres, quien lo bajó de cabeza para que Maxi lo pusiera en la red de un magnífico disparo.

Era aquella demasiada recompensa para un Atlético plano, incapaz de combinar con un mínimo criterio. La justicia, tal vez, fue quien puso el balón en los pies de Nené, que estuvo en todas, y la que llevó a Seitaridis a zancadillear al brasileño con descaro. Vio el árbitro el penalti, que Baiano transformó. Echaba de menos el Atlético a Fernando Torres, inconstante tras recuperarse a toda prisa de una lesión, y echaba de menos, como en toda la temporada, una brújula, un guía que le ayudara en la creación de juego. Porque Maniche se descolgaba una y otra vez al ataque y dejaba solo a Luccin en la creación, poco preparado como está el francés para asuntos que tengan que ver con la inteligencia futbolística.

En un córner, el Celta desnudó a la defensa rival en pleno e hizo el segundo, merced al cabezazo de Yago. Decidió entonces Aguirre dar la oportunidad a Agüero, que definitivamente ha caído en desgracia. Mientras, al estadio llegaban noticias sobre la remontada del Villarreal ante el Athletic, noticias que daban alas al Celta y empequeñecían a un Atlético, ya empequeñecido por su fútbol.

Puesto a acumular disparates, Luccin perdió una pelota que intentó recuperar con el cuchillo entre los dientes, lo que se tradujo en dejarle la huella de sus tacos a un rival en el muslo. Vio la roja el francés y, casi al instante, Baiano puso la rúbrica con un zapatazo al centro de Nené desde la izquierda, máximo culpable del gran fútbol que ayer enseñó el Celta.

El Atlético estaba asfixiado, con todo en contra, incluido su público, pero la dignidad le empujó a irse arriba, aún con diez, lo que aprovechó Maniche para disparar con todo al palo. El balón salió escupido a la izquierda, donde estaba Petrov, que lo puso en el área pequeña para que Maxi empujara. El partido se convirtió en un correcalles, con el Celta acumulando ocasiones y el Atlético sintiéndose morir, yéndose arriba, sin fuelle, sin juego, sin creer en un proyecto que, o mucho cambian las cosas, o le dejará un año más en casa, lejos ya de Europa en la clasificación y lejos, muy lejos, a años luz en su fútbol.

Canobbio comete falta sobre Pertov.
Canobbio comete falta sobre Pertov.GORKA LEJARCEGI

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