Trece horas de música en la quinta edición de 'Radio Encendida'

Un estudio gigante de radio, gente para animar y 13 horas de música en vivo retransmitidas para toda España. La Casa Encendida acogió ayer la quinta edición de Radio Encendida, una propuesta de la emisora Radio 3 para llevar todo tipo de ritmos a la calle. Los 15 conciertos -que duraron entre media hora y dos horas- se llenaron, según la organización. Por la tarde, decenas de personas esperaban en la puerta del centro cultural y social madrileño (Ronda de Valencia, 2) para ver a los músicos. La entrada, gratuita, dependía del aforo. Para pasar había que esperar a que saliera otro.

La retransmisión comenzó a las diez de la mañana y no se cortó hasta las once de la noche con programas de la emisora más joven de Radio Nacional de España como Mundo Bable, Duendeando, Rimadero, Músicas Posibles, Disco Grande, Toma 1, Diario Pop o Área Reservada. En cartel, Santiago Auserón, que repite por segundo año, Ariel Rot, Tulsa, Facto de la Fé, Olivia de Happyland, The Layabouts, Clara Montes, La Guardia con Jaime Urrutia y Vanexxa, entre otros. Y formaciones internacionales como Silje Nergaard o Carita Boronska.

El espacio para seguir los conciertos se llenó, pero la gente pudo seguirlos por pantallas

El escenario del salón de actos y el del patio se quedaron pequeños. Los asistentes podían seguir los conciertos en pantallas de televisión por todo el edificio o sentados en las escaleras.

En un rellano descansaba Amaya Regidor, una madrileña de 24 años, que se enteró de la cita por la radio y se plantó en La Casa Encendida a la una de la tarde. Ella y sus colegas se pasaron "entrando y saliendo" la mayoría del tiempo. "Me ha encantado lo del Rimadero", dijo en referencia a la parte del espectáculo dirigida por Jota DJ. "La Guardia ha estado muy bien, lástima que sean conciertos tan cortos", opinó Yasmina Antón, de 23 años. Otro del grupo, Mario García (28 años), llegó "de rebote" a pasar un domingo "divertido y sobre todo gratis". Mientras la pandilla charlaba en la escalera, se oía de fondo la actuación de Ariel Rot, que comenzó un concierto íntimo en el salón de actos con una canción "algo triste", según su definición.

Ana Sesma, en otro grupito de pasillo, estaba contenta porque fue a ver a Facto de la Fé en directo y no le defraudaron. No todos opinaban igual. "No me ha gustado nada", aseguró Javier Cachofeiro. "Bueno, rectifico, me gusta Silje". La cantante noruega sonaba en ese momento de fondo en el patio con un trío de ukeleles.

Otros se encontraron la fiesta por casualidad. Como Raquel Macía, de 22 años, que ayer fue a la Casa Encendida para estudiar en la biblioteca. "Es la única que abre los domingos", explicó sentada en la terraza en un descanso. "Empiezo los exámenes mañana". ¿Ha ido bien? "Las paredes vibraban un poco, pero me he concentrado bastante".