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Columna
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Garantías para la prosperidad

Joaquín Estefanía

ZP presentó el Informe económico del presidente de Gobierno/2007 en la Bolsa de Madrid. ¿Lo pondrá de largo el año que viene en la sede de algún sindicato o de alguna empresa pública, con la misma afluencia empresarial? Si la oposición quisiera ahora interpelarle sobre el contenido del mismo, ¿cuál sería el mecanismo orgánico para hacerlo, toda vez que a pesar de ser un informe oficial del presidente no ha pasado por el Parlamento? El sistema español no es el mismo que el norteamericano o el japonés, puestos de ejemplo de precedentes de ese tipo de presentaciones.

El capítulo más interesante del informe es, en mi opinión, el referido al análisis de la productividad de la economía española, uno de los límites más objetivos a la sostenibilidad de la larga fase expansiva del ciclo económico. Lo reconoció ZP en su discurso, que no fue tan complaciente como se ha dicho: "Desde mediados de los noventa, nuestra productividad ha presentado avances muy moderados, inferiores claramente a los experimentados por las principales economías europeas. En el último año se percibe haber retomado una tendencia más positiva".

En el informe se señala que la convergencia de la renta per cápita española con las economías más avanzadas del mundo ha tenido que ver, sobre todo, con la tasa de ocupación, que ya supera a la media de los países europeos. Sin embargo, el segundo determinante clave del nivel de renta per cápita -y el único que garantiza su sostenibilidad a largo plazo, una vez que se alcanza el límite máximo de utilización del trabajo-, la productividad, ha presentado avances discretos.

La convergencia de la economía española desde 1996 (cuando llega el PP al Gobierno) ha sido de más de 10 puntos, situándose en la actualidad en el 98% de la media comunitaria. Ello ha sido consecuencia de la tasa de empleo, que ha mejorado en casi ¡21 puntos porcentuales! Ello se ha visto negativamente compensado por el retroceso de la productividad relativa del trabajo, que está ahora un 3,7% por debajo de la UE-25. El informe del presidente establece aquí una ucronía: de no haber divergido la productividad por hora trabajada en la última década, España tendría hoy una renta per cápita del 112% de la media comunitaria, "situándose por encima de los niveles correspondientes a Italia, Alemania y Francia".

La productividad no sólo es un determinante básico de la renta per cápita, sino que también es clave para establecer el nivel de competitividad de cualquier economía. A estudiar ello se dedica un libro tan actual como oportuno: La productividad en la economía española, coordinado por el catedrático Julio Segura (Fundación Ramón Areces). Este estudio refleja los pobres resultados en España tanto del comportamiento de la productividad del trabajo como de la productividad total de los factores.

Entienden sus autores que la economía española se ha beneficiado, desde mitad de la década de los noventa, de cuatro impulsos positivos ligados a las exigencias de estar en el área euro desde el primer momento de su creación: la reducción de los tipos de interés, la estabilidad presupuestaria (al final de la crisis de inicios de la década de los noventa, el déficit público estaba por encima del 7% del PIB), la reducción de la tasa de inflación (desde el entorno del 6%) y la fijación de un tipo de cambio irreversible. Pues bien, agotadas las ventajas relativas de la pertenencia a la zona euro, la economía española sólo puede obtener mejoras de su competitividad con un comportamiento más dinámico de la productividad.

El informe económico del presidente describe un cambio en el modelo de crecimiento por el que la construcción está siendo sustituida como motor de crecimiento por la inversión en bienes de equipo; en esta transición no parece haber influido de modo determinante ninguna medida de política económica. El vicepresidente Solbes anunció el pasado miércoles en la Comisión de Economía del Congreso que España puede estar viviendo, como sucedió en EEUU, la etapa previa a un auge de la productividad. Eso sería la garantía de un ciclo aun más largo de prosperidad.

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