_
_
_
_
_

Una Liga sin fútbol

El Barça, tan poco brillante como sus perseguidores, gana de rebote al Mallorca y aumenta su ventaja sobre el Sevilla, derrotado en Valencia

José Sámano

Un rebote en el último suspiro sostuvo al Barça en la cabeza y puso de nuevo en evidencia que esta Liga no enamora. Frente a un Mallorca atrincherado, los azulgrana jugaron tan mal como lo hicieron hace una semana en La Romareda. O como lo hizo el Real Madrid ante el Racing; o el Zaragoza ante el Nàstic; o el Atlético ante el Levante.

El campeonato sigue tieso: en la zona alta no hay estilistas. El Barça hace tiempo que se ha despojado de muchos de los atributos que le distinguieron en las últimas temporadas. Le falta frescura y en sus filas no se percibe el mismo apetito que en los últimos cursos, quizá porque en el vestuario ya no hay la misma camaradería. El gimnasio de Ronaldinho, las verbenas de Deco y el verbo incendiario de Eto'o han agrietado al grupo. Algunos egos han engordado más de la cuenta ante la complaciente mirada de la directiva, con Rijkaard sometido al dictado de su presidente. Pese a todo, gracias al infortunio de Fernando Navarro, un ex azulgrana ahora lateral del Mallorca que se marcó en propia puerta en el último minuto, el Barça aumentó su distancia sobre el Sevilla a cuatro puntos. Villa no perdonó al equipo de Juande Ramos en Valencia (2-0). Y también ha incrementado su ventaja sobre el Madrid. Por Chamartín todo son lamentos por el arbitraje de Turienzo Álvarez. Por supuesto, no hubo voces en contra del pésimo juego del equipo o en contra de las tiritonas que le entran a Capello cada vez que su equipo se pone en ventaja. Por mucho que algún árbitro se haya equivocado, semejante discurso victimista es impropio de dicha institución. No es más que una excusa para distraer la falta de grandeza futbolística del equipo.

Y no sólo a los dos grandes les falta fútbol. El Zaragoza se vio incapaz ante el Nàstic (1-0) y el Atlético, también en puestos europeos, venció al Levante (1-0) con un juego espantoso y la hinchada en bronca con su entrenador, Javier Aguirre. Por la cola, el Celta encontró un primer consuelo con Stoichkov y en el debú del búlgaro ganó el clásico gallego al Depor (1-0). En San Mamés, otro clásico: Urzaiz, autor de dos goles que dan vida al Athletic.

Saviola no puede superar la estirada de Moyà.
Saviola no puede superar la estirada de Moyà.REUTERS

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_