El histórico líder socialista Rocard pide un pacto de Royal y Bayrou

La campaña está tomando aspecto poliédrico, como el de una ameba lanzando brazos en todas direcciones. La ansiedad de los candidatos es evidente y, pese a la incertidumbre de la primera vuelta, han empezado ya los pasos de baile de la segunda. En la franja derecha siguen los coqueteos entre Nicolas Sarkozy y Jean-Marie Le Pen, cimentados ayer por unas declaraciones de Brice Hortefeux, uno de los lugartenientes del candidato conservador, a Le Figaro, en el sentido de adoptar el sistema proporcional para permitir la entrada del Frente Nacional en la Asamblea.

En la izquierda -o mejor en el centro-izquierda-, el ex primer ministro socialista Michel Rocard lanzaba la idea de una alianza "sincera y constructiva" antes de la primera vuelta entre Ségolène Royal y el centrista François Bayrou para cerrar el paso a una posible coalición entre la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP) y el ultraderechista Frente Nacional (FN).

Tanto la propuesta de Rocard, rápidamente rechazada por el primer secretario del Partido Socialista (PS), François Hollande, como la de Hortefeux, inmediatamente aguada por los portavoces de Sarkozy, que se apresuraron a precisar que "sólo expresa una reflexión personal y no compromete de manera alguna al candidato", muestran que las señales de humo, el tanteo para la segunda vuelta ha comenzado, pese a la incertidumbre de la cita del día 22. El candidato de la Unión Démocratica de Francia (UDF) se mostró abierto al pacto. "Es esperanzador que alguien empiece a poner el tema sobre la mesa", dijo Bayrou.

Rocard, representante del ala más socialdemócrata del PS se suma, a su manera, a la estrategia de campaña de Royal azuzando el miedo contra Sarkozy. Precisamente la noche del jueves, Royal no dudó en llamar al candidato conservador por su nombre, insistir en lo "inquietante" del personaje y en la "brutalidad" de sus propuestas.