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Reportaje:

A la búsqueda del sujeto

La galería Trayecto de Vitoria presenta una exposición colectiva sobre la subjetividad contemporánea

¿Qué lugar ocupa la reflexión sobre la subjetividad en el arte contemporáneo? La pregunta recorre buena parte de la expresión artística desde que el propio creador comenzó a considerar su trabajo como medio de comunicación de sus ideas sobre él mismo y su sociedad. Y continúa siendo un asunto preferente como prueba la exposición Incursiones/Excursiones que hasta el 3 de mayo presenta la galería Trayecto de Vitoria. La exposición es, además, un buen ejemplo de cómo también las salas privadas pueden afrontar exposiciones colectivas a partir de una idea matriz. La cita acoge obras de Nazif Topçuoglu, Vanessa Pastor, Juan Carlos Meana, Guillem Bayo y Fernando Sinaga.

La idea surgió del seminario Arte del sujeto/Inercias del goce que se programó en La Casa Encendida de Madrid el año pasado. El artista y responsable de Trayecto, Fernando Illana, participó en aquel encuentro que debatía sobre la subjetividad contemporánea, junto con Vicente Verdú, José Vidal Beneyto, Fernando Castro, Isidoro Valcarcel y otros pensadores y creadores. Se trataba de reflexionar sobre la construcción del sujeto en las sociedades contemporáneas, en un momento en el que parece que sólo se descubre la subjetividad a través del consumo.

La muestra presenta obra en distintos formatos de artistas jóvenes y veteranos

Illana acudió a obras en distintos formatos para mostrar una primera parte de Incursiones/Excursiones que continuará el año que viene. El diálogo entre creadores veteranos y jóvenes es una de las claves para comprender cómo se vive esta crisis del sujeto contemporáneo, siempre desde una mirada distante, irónica, a veces crítica.

El primero en recibir al visitante en la galería es Guillem Bayo, un joven de 32 años, que presenta su obra %, un medidor de tiempo digital que se activa en cuanto el espectador se acerca a la pieza. Un reloj absurdo que refleja la tiranía actual de la fama medida en índices de audiencia, cuando no importa lo que se presente.

Frente a él, las fotografías de Nazif Topçuoglu, un veterano y reconocido artista turco, que mira entre la ironía y cierto descaro, el momento de iniciación a la lectura adulta en la pubertad de unas chicas. Es el tiempo ya pasado de la Ilustración, cuando el acceso al conocimiento sólo llegaba por los libros y éstos podían llevar también al pecado.

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Juan Carlos Meana, por su parte, aporta las imágenes de la performance Confidencias del deseo que llevó a cabo en el MARCO de Vigo. En las imágenes, dos personas con gafas de bucear intentan caminar mirándose en un espejo acoplado a sus lentes, tarea harto penosa como lo es toda aquella que supone la reivindicación del progreso, cuando la referencia es el presente y el inmediato pasado.

Fernando Sinaga, uno de los artistas emblemáticos de la galería, ofrece la apuesta más política, con dos piezas que plantean el momento al que ha llegado la sociedad contemporánea. La obra Dog/God (perro/dios) es un bajorrelieve tosco que enfrenta estos dos vocablos palíndromos en inglés, que muestran la ausencia de referentes de la posmodernidad.

Y para cerrar la exposición, la propuesta de Vanessa Pastor, una joven artista valenciana, que recupera la visión más irónica que sesuda sobre la pérdida de subjetividad del ser humano en este tiempo. Pastor se ha fabricado una muñeca de trapo, su gemela, que participa en sus montajes fotográficos. Las dos toman el sol en hamacas similares, bebiendo idénticos refrescos y con gafas de sol iguales. El sujeto ya ni siquiera es un número, parte de la masa, ahora se ha convertido en un muñeco que además consume. Los vídeos que acompañan sus fotos, en los que lo mismo se sienta a comer la propia artista que su reproducción en trapo, mientras la conversación familiar mantiene el mismo tono, llevan a la risa, pero también a la inquietud.

"Al fin y al cabo, Incursiones/Excursiones trata de reflexionar sobre el mito de la identidad en un momento en el que hasta lo más básico de la subjetividad se diluye en el consumismo", explica Illana. La muestra se completará el próximo 20 de abril con la puesta en escena de la performance Confidencias del deseo, Meana.

Trayecto cerrará la temporada con una exposición de Juan Luis Moraza, en lo que es el regreso del artista alavés al País Vasco, después de años sin presentar una exposición de obra inédita. Precisamente, Moraza fue el coordinador del seminario Arte del sujeto/Inercias del goce del que ha surgido la muestra Incursiones/Excursiones.

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