Un tribunal francés absuelve a la revista que publicó las caricaturas de Mahoma
La sentencia establece que 'Charlie Hebdo' no cometió ningún delito de injurias religiosas
El Tribunal Correccional de París ha absuelto al director del semanario satírico Charlie Hebdo, Philippe Val, que había sido demandado por un posible delito de "injurias públicas contra un grupo de personas en razón de su religión", por haber publicado algunas de las polémicas caricaturas del profeta Mahoma en un número especial dedicado a este asunto. Los jueces de la Sala 17 consideran que sólo uno de los tres dibujos denunciados podía ofender a los creyentes, pero consideran que su publicación está justificada por el contexto y que prima el derecho a la libertad de expresión.
Los jueces creen que el semanario satírico no sobrepasó los límites de la libertad de prensa
En febrero de 2006, en el contexto de la polémica desatada por la publicación en el diario danés Jyllands-Posten de 12 dibujos sobre Mahoma y el islam, Charlie Hebdo realizó un número especial en cuya portada, bajo el título Mahoma, desbordado por los integristas, una caricatura del dibujante Cabu representaba al profeta llevándose las manos a la cabeza y lamentándose: "Es duro ser amado por gilipollas".
Dos organizaciones musulmanas francesas, la Unión de Organizaciones Islámicas de Francia (UOIF) y la Gran Mezquita de París, denunciaron este dibujo junto a otras dos reproducciones de los originales de Jyllands-Posten: Mahoma con un turbante con una mecha incorporada a modo de bomba y otro en el que el fundador del islam, a las puertas del paraíso, recibía a una serie de personajes chamuscados -en referencia a los terroristas suicidas- y les pedía que dejaran de inmolarse porque se habían acabado las vírgenes.
Los jueces han querido hilar fino en su sentencia. Dos de los tres dibujos, consideran los magistrados, no ofenden a nadie. El tercero, el que representa a Mahoma con el turbante bomba, podría "ultrajar a los adeptos" del islam si se contempla de forma aislada, pero no en el contexto de esa edición especial sobre el integrismo religioso. De modo que aunque, según los magistrados, el dibujo puede ser "chocante e hiriente para los musulmanes", el tribunal concluye que "no hubo voluntad deliberada" por parte de Charlie Hebdo de ofenderles. "Los límites admisibles de la libertad de expresión, no fueron sobrepasados", dice el fallo.
La resolución fue recibida con aplausos en la sala, donde se encontraba el director de la publicación y numerosos periodistas. Para Philippe Val, la sentencia es también "una victoria para los musulmanes, religiosos y laicos, que así se ven liberados de estas etiquetas extremistas". El fallo no supuso ninguna sorpresa. La fiscalía ya había pedido la absolución, por considerar que las caricaturas no atacaban al islam, sino a los integristas, y que su publicación era conforme al derecho de la libertad de expresión.
Durante la vista, celebrada en febrero, políticos como el candidato conservador a la presidencia Nicolas Sarkozy, el centrista François Bayrou o el primer secretario del Partido Socialista, François Hollande, respaldaron a Charlie Hebdo, pese a ser objetivo frecuente de la sátira de la revista.
Para Reporteros Sin Fronteras (RSF), que se había involucrado a fondo en el asunto, la sentencia constituye "una victoria de la libertad de prensa" pero, en ningún caso, "la derrota de una comunidad".
Los matices de los jueces produjeron sus efectos, al menos en una de las partes demandantes. La Mezquita de París anunció su decisión de no recurrirla por considerar que había dejado claro los límites y establecido un precedente sobre lo que puede o no puede ser ofensivo para los creyentes. Para su abogado, Christophe Bigot, la sentencia es equilibrada "porque combina a la vez el derecho a la caricatura y la posibilidad de un grupo de personas de quejarse por lo que consideran un ataque".
Por el contrario, la Unión de Organizaciones Islámicas de Francia, movimiento próximo a los Hermanos Musulmanes, anunció su decisión de recurrir.
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