Canarias ha recibido 267 'sin papeles' a bordo de cayucos en medio mes

Dos cayucos con 89 inmigrantes subsaharianos, entre ellos seis menores, llegaron ayer a las costas de Tenerife, sin ser detectados por ningún servicio de vigilancia, sino por pescadores. Una patrullera de la Guardia Civil escoltó al primero, con 45 varones, de los que seis aparentaban ser menores, mientras un buque de Salvamento asistía a los 44 sin papeles que navegaban en la segunda barca de madera. Una vez desembarcados en el puerto de Los Cristianos, efectivos del equipo de respuesta inmediata de Cruz Roja comprobaron que se encontraban en buen estado de salud, les facilitaron un kit de ropa seca y comida.

Posteriormente, agentes del Cuerpo Nacional de Policía los subieron en una guagua y los condujeron a la comisaría de Playa de Las Américas, donde prestaban declaración hasta el atardecer, antes de ser conducidos al juzgado y de ser trasladaos, una vez más, al centro de internamiento de Hoya Fría.

En lo que va de mes, han alcanzado las islas cuatro cayucos (tres a Tenerife y uno a Gran Canaria) con 267 personas, y en el trayecto han fallecido cuatro. En marzo del año pasado se produjo la primera gran crisis de los cayucos, con la llegada 2.120 inmigrantes. En enero de este año llegaron 886, frente a 681 del año anterior, y en febrero lo lograron 356, frente a los 1.113 de 2006, según los datos de la Delegación del Gobierno en Canarias.

Mientras en 2005 se detectaron 4.700 inmigrantes indocumentados, el año pasado este departamento registró la llegada a Canarias de 31.245 sin papeles africanos en barcas de madera (bien sobre frágiles pateras de apenas 6 metros de eslora con hasta 40 personas a bordo que zarpaban desde Marruecos y el Sáhara o a bordo de robustos cayucos de hasta 30 metros con hasta 172 hombres y niños que partían desde Mauritania, Senegal y Gambia). 17.345 de esos inmigrantes navegaron directamente hasta Tenerife ayudados de tecnología por satélite.

Se desconoce el número de personas que se ahogaron en el trayecto, que dura entre 7 y 14 días, aunque algunas ONG calculan que superan los 3.000 hombres, mujeres, embarazadas y niños.