El imán egipcio quiere ser testigo de cargo en Milán

Abu Omar quiere viajar a Milán cuando se inicie el juicio contra sus secuestradores para testificar contra ellos, según afirma su abogado Montaser al Zayat. Con tal de presentarse como testigo de cargo contra quienes le "machacaron la vida para siempre", el imán liberado el domingo pasado de la prisión cairota de Al Tora, tras cuatro años de detención sin acusación, ni juicio, está dispuesto a enfrentarse a las acusaciones que pesan contra él en Italia por pertenencia a grupo terrorista.

Desde junio de 2005, hay pendiente una orden de detención -pese a que Abu Omar ya llevaba encarcelado ilegalmente dos años en Egipto- contra el este ex imán de una mezquita de Milán, supuestamente por ser miembro de Ansar al Islam, una organización terrorista ligada a Al Qaeda.

Abu Omar, que asegura que ha sufrido torturas y vejaciones durante su cautiverio, se dispone, mientras tanto, a demandar al ex primer ministro Silvio Berlusconi como último responsable de su secuestro. Berlusconi "dio personalmente luz verde a la captura y al envío a Egipto", señala Al Zayat, que indicó que su cliente exigirá 10 millones de euros en compensación por los daños físicos y psicológicos que le han infligido.

Al Zayat señaló que está estudiando con Osama Mustafá Naser -el nombre oficial de Abu Omar- la posibilidad de demandar también a la CIA y al presidente de Estados Unidos, George W. Bush.

Fuentes cercanas al caso señalan que Abu Omar ha rechazado "la oferta" de un pasaporte estadounidense y dos millones de dólares a cambio de guardar silencio. Según este alejandrino de 43 años, que tiene prohibido por el Gobierno egipcio volver a predicar en una mezquita, la brutalidad de su secuestro y de su subida forzosa a un avión en la base estadounidense de Aviano (norte de Italia) le provocaron una crisis cardiaca cercana al colapso.