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Reportaje:AULAS

Arquitectos al servicio de la ciudad

Alumnos de Arquitectura estudian posibles mejoras urbanísticas de 11 barrios de Málaga

Cuaderno y herramientas de trabajo en mano, los 32 alumnos que componen el Taller 3 del segundo curso de la Escuela de Arquitectura de Málaga dejaron por unos días las clases teóricas y las aulas para comprobar sobre el terreno las carencias que soportan una buena parte de los vecinos de Málaga, aquellos que residen en una de las zonas más pobladas de la capital y que, sin embargo, presenta el mayor déficit de espacios verdes, aparcamientos, equipamientos o infraestructuras comunitarias de toda la ciudad.

Dirigidos por el director de la Escuela de Arquitectura, Ricard Pié, y por el arquitecto y profesor de la asignatura de Urbanismo Agustín Benedicto, estos 32 futuros arquitectos realizaron antes de Navidad un barrido por 11 barrios de la Carretera de Cádiz, entre la Avenida Moliere y la Avenida Juan XXIII, zona urbanizada al extremo en años del desarrollismo franquista en la que viven más de 180.000 personas y que ahora, con el inicio de las obras del metro y el nuevo Plan General de Ordenación Urbana e incluso con los planes de una futura peatonalización de algunas calles, se prepara para mudar su aspecto. Aunque no lo suficiente. Eso es al menos lo que opinan estos estudiantes y su director de proyecto, quien pretende inculcarles que el urbanismo que interesa "es el que se preocupa por la personas".

"Estos barrios se hicieron sin visión de conjunto, con mala calidad urbana y arquitectónica, sin aparcamiento y con escasos equipamientos. Los que faltaban se han construido de manera tardía, quedando después obsoletos", asegura Benedicto. "Por eso lo escogimos para el proyecto de la asignatura de Urbanismo. Málaga tiene suficiente campo para ejercitar a los alumnos en lo que no se debe hacer. Es importante que entiendan que no sólo interesa el crecimiento nuevo, que no sólo hay que poner la vista en las nuevas promociones inmobiliarias. Hay que mirar a los orígenes y ver qué ocurre o qué se necesita en la ciudad ya consolidada", explica este profesor. El resultado de muchas horas de trabajo de campo se ha plasmado en una enorme maqueta a escala 1:500 de estos 11 barrios de la capital, recreación imprescindible para acometer la segunda fase del proyecto, ya en ejecución.

"Ahora toca proponer soluciones. La densidad de la construcción es de 210 viviendas por hectárea, sin espacios verdes ni comunes en la mayor parte, mucho más del doble de lo que permite la ley", apunta Benedicto. "Se dan condiciones lamentables e increíbles para el año en qué vivimos y nuestro objetivo es buscar soluciones, dotando a estos barrios de espacios libres donde ahora no los hay para crear zonas verdes, equipamientos y aparcamientos". En esta fase, los alumnos buscarán soluciones para rehabilitar la ciudad moderna de los años 70. "Tratarán de buscar las posibles vías que permitan cruzar la ciudad transversalmente a la carretera de Cádiz, cosa que no puede hacerse ahora y dotar a estos barrios que se construyeron como paquetes autónomos de una estructura de ciudad integrada en la Málaga actual", resalta Benedicto.

El trabajo no acabará ahí. Para finales de marzo se prevé organizar unas jornadas técnicas en las que urbanistas y alcaldes de otras ciudades españolas y europeas donde se ejecutan proyectos de recuperación de este tipo, como Barcelona o algunas ciudades de la periferia de París, acudan para compartir sus experiencias con los alumnos. "Málaga tiene la musculatura económica suficiente para acometer y solucionar este problema y eliminar estas bolsas de ciudad ya obsoletas", afirma Benedicto.

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