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Familiares y amigos del 'okupa' asesinado en Gràcia protestan contra los ataques neonazis

Los manifestantes creen que la sentencia que condena al agresor es "injusta"

Los familiares, amigos y compañeros de Roger Albert Giné, un okupa de 25 años que fue apuñalado en el cuello durante las fiestas de Gràcia hace dos años por Aitor D., un joven de estética neonazi, se manifestaron ayer en Barcelona para denunciar la "sentencia injusta" del jurado popular que el pasado 6 de diciembre condenó al agresor de Giné a 11 años de prisión, con propuesta de indulto. La acusación cree que la sentencia "es una ofensa a la familia de Roger y a los jóvenes que sufrieron la agresión, y también un síntoma de involución democrática".

Un total de 300 personas de estética punk y okupa se manifestaron ayer en Barcelona para protestar contra las agresiones fascistas. En particular, contra la que sufrió Roger Albert Giné en las fiestas del barrio de Gràcia en 2004 y que acabó con su vida.

La justicia es ciega pero nosotros no. Antifascismo siempre es el lema de la pancarta que abrió la marcha. Ésta empezó en la plaza de Catalunya y continuó por el paseo de Gràcia. Entre los manifestantes, en su mayoría jóvenes, también se encontraban padres de los chicos que quisieron sumarse a la protesta. "En situaciones como éstas tenemos que apoyarles", decía una de las madres, y reconoció que este tipo de agresiones le recuerdan las que se producían en los años del franquismo.

Muchos de los jóvenes que se manifestaron ayer conocían a la víctima personalmente o la habían visto alguna vez. Otros habían compartido casa okupa con él. "Se trata de una manifestación con una fuerte carga emotiva, pero también tiene un componente político", decía un joven. "Esa vez le pasó a Roger, pero podía habernos ocurrido a cualquiera de nosotros", decía su compañero.

Los concentrados piensan que durante el juicio del agresor nazi se "criminalizó" al movimiento okupa. Además, el hecho de que se haya pedido el indulto para el culpable les reafirma en su opinión sobre que el sistema "crea las leyes a su medida". La manifestación, que transcurrió sin incidentes pero con gran presencia policial, terminó en la estación del metro de Fontana, lugar en el que Roger fue asesinado.

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