La eficacia de la colonoscopia varía según el tiempo dedicado a realizar la prueba
Un estudio advierte "diferencias espectaculares" en el número de pólipos que se descubren
Durante años, los pacientes que se sometían a una colonoscopia rara vez cuestionaban si se había realizado correctamente. Tampoco los médicos. Se creía que la prueba podría detectar y extirpar cualquier pólipo, algo muy importante si se tiene en cuenta que de ellos se derivan la mayoría de los cánceres de colon. Pero un nuevo estudio, publicado en The New England Journal of Medicine, demuestra lo erróneo de esa suposición. Un total de 12 gastroenterólogos experimentados y acreditados observaron que algunas colonoscopias eran 10 veces más eficaces que otras en la detección de adenomas, los pólipos que pueden degenerar en un cáncer.
Un factor diferencial entre los médicos que encontraron muchos adenomas de los que encontraron pocos era la cantidad de tiempo que pasaron examinando el colon. El estudio descubrió que los especialistas que realizaban la prueba con calma y se tomaron su tiempo encontraron más pólipos. "Todos éramos colonoscopistas experimentados", señala Robert L. Barclay, miembro del grupo que participó en el estudio, Rockford Gastroenterology Associates. "Todos habíamos realizado 3.000 colonoscopias o más antes del estudio".
Los estudios mostraron que habían pasado por alto entre un 15% y un 27% de los adenomas
"Si nosotros somos representativos de un grupo normal", explica Barclay, "podemos observar que hay especialistas que tardan dos o tres minutos y otros que tardan 20" en examinar un colon. Los autores del estudio sostienen que la colonoscopia puede evitar el cáncer de colon, pero advierten que hay una necesidad acuciante de un mejor control de calidad.
La cuestión es motivo de preocupación tanto para médicos como para pacientes, comenta el gastroenterólogo del Cancer Institute de la Universidad de Pittsburgh Robert E. Schoen. "Los pacientes dan por hecho que un colonoscopista es tan bueno como cualquier otro. Pero estas diferencias son espectaculares", añade Douglas K. Rex, especialista de la Universidad de Indiana. Rex no participó en el estudio pero relata que su propio grupo, de nueve miembros, presenta diferencias de hasta cuatro puntos en los índices de detección. En enero se publicará un artículo sobre esos datos en The American Journal of Gastroenterology.
En una colonoscopia, el médico introduce una sonda flexible, conocida como endoscopio, hasta la zona alta del colon del paciente, cerca del apéndice, y la extrae lentamente en busca de adenomas. Aunque más del 90% de los adenomas nunca se convertirán en un tumor cancerígeno, lo mejor es extirparlos. El examen se considera tan eficaz que, según los protocolos, si no se encuentran pólipos, se puede esperar una década antes de volver a someterse a revisión.
Antes del estudio de Rockford ya había indicios de que las colonoscopias no son tan infalibles. Pero cuando se habían señalado los problemas, se había topado con frecuencia con la incredulidad de los médicos. Los primeros indicios los dieron dos estudios, uno de 1991 y otro, más amplio, de 1997, en el que los pacientes se sometieron a dos colonoscopias el mismo día.
Esos estudios demostraron que a los médicos se les pasaba por alto entre un 15% y un 27% de los adenomas, incluido un 6% de adenomas de grandes dimensiones. Recientemente, dos nuevos estudios sobre lo que se conoce como colonoscopias virtuales, que utilizan una tomografía computarizada para ver el colon, descubrieron que el índice de adenomas que pasaban inadvertidos en las colonoscopias tradicionales era incluso más elevado. Los pacientes de esos estudios se sometieron a una colonoscopia tradicional y a otra virtual el mismo día. A las colonoscopias tradicionales se les escapó de un 12% a un 17% de los adenomas grandes detectados en las colonoscopias virtuales. Pero, según Rex, muchos médicos desestimaron esos hallazgos, aduciendo que eran válidos para otros médicos, pero no para ellos.
Las conclusiones de los estudios de detección de adenomas se vieron reforzadas al demostrarse que algunas colonoscopias no sólo pasaban por alto pólipos, sino también cánceres. Schoen llegó a la conclusión de que no más de la mitad de los cánceres aparecieron tras la colonoscopia inicial. Los demás, dice, probablemente eran cánceres o pólipos precancerosos que la colonoscopia anterior no detectó, o cánceres que crecieron en el lugar donde se encontraba un pólipo que no se había extirpado por completo.
© The New York Times
La solución, ir más lento
El estudio Rockford propone una forma de mejorar la colonoscopia: ir más lento. "Si te apresuras, pasas cosas por alto", asegura Schoen. "Sé de gente que hace la prueba en 30 segundos". El grupo de Rockford concluye que la observación del colon debería durar por lo menos ocho minutos. Tras aplicar un sistema que avisa al especialista del tiempo que lleva en la exploración, los índices de detección de pólipos han aumentado en un 50%, comenta Barclay. La pasada primavera, un grupo de estudio del American College of Gastroenterology y la American Society for Gastrointestinal Endoscopy recomendaba evaluar los resultados de cada equipo y sostenía que, como promedio, deberían encontrar pólipos precancerosos al menos en un 25% de los hombres y un 15% de las mujeres de 50 años o más. Pero la mayoría no ha seguido la recomendación.
Aun así, Douglas J. Robertson, un gastroenterólogo de la Universidad de Darmouth, sostiene que sería bueno que el paciente preguntara al médico por su índice de detección. "Si observa perplejidad", afirma, "eso le indica que el médico realmente no está al tanto de las cuestiones de calidad y que no presta atención en los congresos sobre su especialidad".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.