Juan José Téllez muestra la evolución de 20 años de poesía urbana en 'Ciudadelas y sextantes'
Los poemas de seis libros de Juan José Téllez (Algeciras, 1958) forman Ciudadelas y sextantes, un libro recopilatorio, un resumen vital en verso sobre una manera de entender la literatura y la vida. Son 20 años recopilados. Una evolución que el prologuista José Manuel Caballero Bonald analiza como la transformación entre "el ciudadano fogosamente adscrito a la realidad circunvecina" hasta "la reiterada coincidencia entre el autor de relatos y el autor de poemas".
El libro ha sido publicado por la editorial RD, de cuya dirección se ha hecho cargo recientemente el propio Téllez. El primer libro, Crónicas urbanas, lo escribió recién cumplida la veintena, en 1979. Dice Caballero Bonald que en esos versos hay "un eco de maneras comunicativas propias del movimiento beat". Hay alabanzas de amor en las noches de telefilmes, homenajes con dedicatorias a los amigos, reflexiones pegadas al momento histórico.
Dos años después publicó Medina y otras memorias, donde el prologuista observa un cambio de registro. Lo argumenta en cierta "sedimentación" de las experiencias vividas. Un libro que dividió en dos partes como hace en el recopilatorio, las Qasidas y las Gacelas. Una reivindicación a su medida de las raíces árabes y andaluzas de su tierra, con mayor contención aunque sin renunciar a la vehemencia.
En 1985 Téllez publicó Ciudad sumergida, con el que amplió su variedad de temas, aunque con predominio aquí de las referencias marinas, las de las playas nudistas, los buques fantasma, las naves del olvido o los capitanes intrépidos.
En la segunda parte de Ciudadelas y sextantes Juan José Téllez reúne sus tres libros de poesía siguientes. El primero de ellos, Bambú, lo escribió en 1988. Ahí prefirió escapar de su realidad más cercana. Se decantó por evadirse de lugares exóticos que le traían recuerdos de hojas de té, de grandes murallas, o estaciones en el norte.
En Daiquiri (1989) recurrió a temas cinematográficos, a imágenes mitificadas para hablar de la demanda de la libertad. En Trasatlántico, escrito 10 años después, cerró una trilogía que el prologuista define como una intensificación de las reminiscencias clásicas.
Entre medias escribió relatos y ejerció de periodista. Después ha escrito más poemas como los de Las causas perdidas (Ediciones Endimión), Premio Aljabibe de Poesía, publicado en 2006, en el que volvió a mostrar un universo propio. El del poeta comprometido pero enemigo de todas las ultranzas salvo las del amor.
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