"Nunca me miro al espejo"
Pregunta. ¿Qué pasa, Cuerpo?
Respuesta. Estoy muy bien, gracias.
P. ¿Cuánto ha llovido desde que empezó, hace 25 años?
R. Tengo dos hijos, he puesto en pie cinco empresas, promociono productos para las arrugas...
P. ¿Qué arrugas?
R. Pues yo utilizo esos productos.
P. Pues será pura guerra preventiva. Por fuera la veo bien. ¿Y lo demás?
R. Para mí tiene más importancia el interior. Lo otro es la percha. Y el interior lo tengo muy equilibrado.
P. ¿Cuál es ahora mismo su prioridad?
R. El alma.
P. Se dice muy madraza. ¿Le gustan más los niños o los hombres?
R. Mis hijos son varones, lo cual es perfecto.
P. ¿Cuántas veces pregunta al espejito si es la más bella del reino?
R. No le pregunto nada, porque nunca me miro al espejo.
P. ¿Cómo mantiene ese pedazo de palmito?
R. Río mucho, que es algo que abre el corazón y los chacras. También bebo mucha agua. Y hago 26 posturas de yoga en espacios calientes.
P. Modelo, actriz, empresaria. ¿Con qué se forra más?
R. Como empresaria.
P. Pues el Fashion Cafe, con Claudia Schiffer y Naomi Campbell, fue un desastre. ¿La lencería le va mejor?
R. Sí. Llevo dieciséis años en ello y lo considero mucho más interesante. Pero no es el dinero lo que me preocupa, sino el espíritu creativo. En el proyecto del Fashion Cafe había demasiada gente involucrada sólo para hacer dinero. Y cuando se eligen cosas por dinero, nunca funcionan. Cuando se hacen por pasión, sí.
P. Woody Allen la eligió para Alice. Para empezar en el cine no estuvo mal.
R. He hecho diez películas, pero sí, me sentí muy afortunada por ese comienzo.
P. En Batman y Robin se lanzó a seducir a Batman. ¿Porque tenía mejor antifaz y más coche que Robin?
P. Porque era muy guapo e iba vestido muy elegante, con su traje negro.
P. ¿Cuáles eran sus héroes de pequeña?
R. Mi mayor héroe era Elvis Presley. Veía sus películas los domingos en la televisión de mis abuelos. Por eso desde siempre amo el rock and roll.
P. Dejó el ballet porque en una obra le tocó hacer de cerdito. ¿Qué pretendía? ¿Ser siempre Giselle?
R. No [ríe], pero yo sólo quería hacer ballet por el tutú. Y ver aquel rabo rosa corto... Allí acabó mi carrera de bailarina.
P. Creo que en su adolescencia era muy celestina. ¿Qué se quedaba para usted?
R. Yo siempre he tenido un solo novio [a la vez] y durante muchos años. Juntaba a mis amigos y a mis amigas porque me gusta ver a la gente feliz.
P. Dicen que su sonrisa es un arma letal. ¿Qué otras armas dispara?
R. Soy una mujer muy curiosa y valiente. Me arriesgo en lo que considero importante o divertido, pero siempre con el corazón.
P. Se desnudó en un escaparate de Londres. ¿Lo que se han de comer los gusanos que lo vean los cristianos?
R. Yo no estaba desnuda, aunque lo pareciera, porque jugábamos con franjas opacas en el cristal. Llevaba medias y un corsé de los que fabrico, y lo hice con fines benéficos.
P. ¿Quién es el top de los modistos?
R. Yo no sigo las tendencias. Tengo mi propio estilo y no soy una fanática de la moda. Me encantan Valentino, Dolce & Gabbana, Armani es impresionante.
P. ¿De Australia, los canguros y usted?
R. No. Lo más importante de Australia es el aire. Fue el primer país que se concienció con el calentamiento global de la tierra y la capa de ozono. Me gusta el respeto que la gente tiene hacia estos temas. Los espacios abiertos que hay.
P. ¿Qué le gustaría tener que no tiene?
R. Nada. Yo creo que todo nos viene de dentro. Hago introspección, muchísima meditación, y no hay nada, absolutamente nada fuera de mí que vaya a hacerme feliz.
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