Montilla advierte a Zapatero de que si gobierna no siempre estarán "de acuerdo"

Consciente de que las reiteradas intervenciones de José Luis Rodríguez Zapatero en la campaña del PSC se han convertido en motivo de ataque de todos los partidos, José Montilla aprovechó su tercer acto electoral con el presidente del Gobierno, celebrado ayer en Tarragona, para marcar distancias entre la Generalitat y La Moncloa. El candidato del PSC agradeció el apoyo de Zapatero, pero le recordó que, en caso de ser presidente de la Generalitat, su "prioridad" será Cataluña y que ello puede llevar a discrepancias entre él y el presidente del Gobierno. "No siempre estaremos de acuerdo", advirtió Montilla a Zapatero tras asegurar que, con todo, en su relación siempre dará prioridad a la "voluntad de entendimiento".

A sólo cuatro días para las elecciones, y con todos los candidatos prometiendo firmeza en la defensa de los intereses de Cataluña ante el Gobierno central, Montilla quiso dejar claro que no siempre el PSC y el PSOE deben ir cogidos de la mano en lo que a los asuntos catalanes se refiere. Por eso se refirió ayer al reciente compromiso de Zapatero de colaborar "lealmente" con el próximo Gobierno de la Generalitat, gobierne quien gobierne. Montilla también le prometió lealtad, y tras advertirle de que no siempre estarán de acuerdo, lanzó un mensaje de concordia: "Pero nuestra posición será siempre para sumar y no restar, no será nunca la pequeña excusa para llenar páginas de periódicos o distraer al personal".

Y es que Montilla, que en no pocas reuniones de la ejecutiva del PSOE tuvo que salir en defensa de los planteamientos de Pasqual Maragall, no quiere que nadie en la calle de Ferraz piense que con él todo será un camino de rosas. Por esto lanzó un mensaje muy claro: "Mi prioridad no será el partido", dijo tras mostrar su compromiso con los intereses de Cataluña y de los catalanes.

Contra la "derecha extrema"

En su intervención posterior al mitin de ayer, Zapatero eludió responder a las palabras de Montilla, pero no ahorró elogios hacia su candidato, de quien dijo: "Nunca mirará a nadie por encima del hombro". Elogió también al PSC por haber situado al frente de su proyecto más ambicioso a un hombre "sin título universitario" y nacido en Córdoba, algo que Zapatero atribuyó a la "firmeza de los ideales" del PSC. Entroncando con las críticas socialistas hacia Artur Mas por "prepotente", Zapatero aseguró que Montilla gobernará para todos los catalanes y con humildad.

A partir de aquí, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, dedicó todos sus esfuerzos a convencer a los presentes, unas 1.800 personas, de que Convergència i Unió es la opción del Partido Popular para Cataluña. Ni más ni menos. Y siguiendo esta línea argumental, Zapatero dio a entender que el eventual triunfo de CiU en las elecciones del próximo miércoles sería una victoria, la primera en tres años, para el PP. "Quienes están deseando una victoria de CiU son Rajoy, Aznar y Acebes", aseveró. "Una vez más se quedarán esperando", auguró un Zapatero que no dudó en asegurar que una derrota de CiU implicaría que la "derecha extrema" quede "en el rincón de la historia".

Pero lo cierto es que en su intervención, el presidente del Gobierno dedicó más tiempo a recordar la labor realizada por el Gobierno central que en promocionar al candidato del PSC. Así, recordó el cumplimiento de sus compromisos electorales, como la retirada de las tropas de Irak, la legalización del matrimonio homosexual, la aprobación del Estatuto catalán y la paralización del trasvase del Ebro.

Fue este último aspecto el que levantó una ovación del público presente en Tarragona. Y, Zapatero, aprovechando el momento, prometió visitar "muy pronto" las comarcas del Ebro, las grandes beneficiadas por la derogación del Plan Hidrológico Nacional del Gobierno del PP. "Será en diciembre, para inaugurar la línea del AVE", avanzó.

Algunos dirigentes del PSC vieron en las palabras de Zapatero dos intenciones implícitas. La primera, comenzar a movilizar a su electorado catalán con vistas a un posible avance de las elecciones generales. Y la segunda y más importante ahora para el PSC, despertar al más de medio millón de catalanes que, votando socialista en las elecciones generales, se quedan en casa cuando de comicios autonómicos se trata.

Zapatero pide la participación

Por este motivo, José Luis Rodrigez Zapatero llamó a la movilización de los menos favorecidos de la sociedad catalana, que son los que más se abstienen. A éstos les dijo que si quieren un Gobierno con políticas de izquierdas deben colaborar en la victoria del PSC. "Si no ganamos con contundencia y claridad no habrá Gobierno de izquierdas", dijo en otro mitin celebrado por la tarde en Cornellà de Llobregat.

Zapatero llamó también a la participación de los catalanes con raíces en otros puntos de España. Así, dijo que los catalanes deben escoger entre un candidato que piensa que "Cataluña es sólo la tierra de sus padres", en referencia a Artur Mas, o entre un candidato que cree que Cataluña es "ante todo, la tierra de sus hijos". Montilla continuó con este discurso por la tarde en Cornellà, donde volvió a acusar a Convergència i Unió de "repartir carnets de catalanidad" con sus planteamientos nacionalistas.