El "conocimiento poético" de Carlos Barral
De entre los artículos inéditos de Caballero Bonald que se rescatan en el libro del poeta Juan Carlos Abril destaca el titulado El "conocimiento poético" de Carlos Barral, en el que no oculta su admiración por el poeta catalán, uno de los nombres más destacados de la generación del 50 y autor de Metropolitano (1957). Barral había mantenido ese año una polémica con Vicente Aleixandre, pues mientras éste defendía que la poesía era comunicación, Barral sostenía que era conocimiento.
En ese artículo se lee: "La poesía de Carlos Barral está impregnada de renuncias constantes, de permanentes y oscuros sondeos para acercarse a la verdad (...); es decir, una vez establecido el esquema temático, Barral organiza su solución por medio de un proceso cerebral sometido a una nueva y casi imponderable revisión de sus circunstancias creadoras. La idea es entonces algo que va unido inseparablemente y se juntan luego en una imprevisible y cegadora conciencia expresiva. (...) Una de las primeras claves de la poesía de Barral está apoyada, indudablemente, en la experiencia, en su servicial deformación. Ello justifica incluso el origen de una palabra aparentemente reñida con toda una serie de establecidos valores formales. De la experiencia surge la materia prima del poema, pero ¿cómo definirla sin echar por la borda ese fundamento metafísico que se inventa en el poema a medida que éste nace? Barral no duda un solo momento entre realidad y la transfiguración de esa realidad. Barral ha abordado, con una desusada vitalidad y con una seria preocupación, un problema que no es de los menos importantes dentro del desarrollo de la lírica contemporánea y que podría resumirse en una frase de Matthew Arnold: 'La poesía es una crítica de la vida', cuya intención no deja de aventurar un despejado horizonte filosófico".
