_
_
_
_
Reportaje:EDUCACIÓN

El CD educativo se estanca

La industria del CD educativo sigue viva. Estancada, pero viva. Los primeros títulos aparecieron en España hace 21 años, pero la época dorada de los discos educativos no llegó hasta la década de 1990.

Frente a los más de 2.800 títulos que se ofertaban entonces, hoy no llegan a 1.700. El número de productos que supera la venta de 2.000 unidades por año, umbral de rentabilidad, no llega a 50, según datos de Pipoclub.com.

Los títulos rentables pueden tener larga vida (un mínimo de 2 o 3 años, hasta 15 años en algunos casos, si se adaptan técnicamente), pero el resto son rápidamente descatalogados.

Los CD educativos representan apenas el 10% del pastel multimedia para niños y jóvenes. En los departamentos de informática de grandes superficies y cadenas especializadas, se venden al año, excluidos los cursos de idiomas, cerca de 400.000 programas educativos, según datos de Gfk.

Más información
Intel acelera la implantación del Core 2 Duo para competir con AMD
Vuelta al cole

Los editores consultados coinciden en que el mercado real es más amplio, porque las cifras oficiales no tienen en cuenta los productos a medida (especialmente para o por centros educativos), ni la venta en canales alternativos (Internet, museos, etcétera), ni la piratería.

"La tarea de desarrollar y distribuir software educativo en España es bastante ardua, ya que la oferta de ocio más fácil para los niños es el videojuego", afirma Ignacio Osuna, de Micronet, empresa madrileña creada en 1985.

Responsabilidad compartida

Según Osuna, la responsabilidad del estancamiento está repartida: "Desde las empresas de software se ha de intentar mejorar y acercar los contenidos a la sensibilidad de los niños; los padres deberían informarse y utilizar criterios didácticos de calidad en la elección del título, y los educadores deberían apostar por este método como complemento de las actividades curriculares". Las instituciones públicas tampoco quedan libres de culpa: "Deberían considerar la compra de este material para los centros educativos o fomentar su creación; también deberían considerarlo como un producto cultural y reducir su IVA". Micronet cuenta con colecciones propias de éxito, como la de Los Lunnis.

Domingo Sanz, director comercial de Cibal Multimedia, empresa mallorquina creada en 1994, destaca la otra cara del estancamiento tanto en ventas como en número de productos ofertados: "Se ha producido una selección natural, efecto de la libre decisión de los consumidores y de la eficacia en la distribución. La tónica ha sido la progresiva sustitución de antiguos productos importados por otros creados íntegramente en España, liderados por los producidos en Cataluña, Baleares, Madrid y Levante".

Las empresas españolas, destaca Sanz, están empezando a exportar sus productos a Estados Unidos -donde el software educativo va viento en popa- aprovechando la eficacia de Internet. "Nosotros tenemos en el mercado hispano 21 productos en castellano y 10 en catalán, más 7 en el mercado de Estados Unidos, evidentemente en inglés. Todos de la Colección Pipo".

Falta de creatividad

El estancamiento del mercado en España ha ocurrido en los últimos años, señala Sergio Rincón, director de Planeta DeAgostini Interactive. "Se debe, sobre todo, a la falta de creatividad en los productos" y también a que los padres, a veces, dan demasiada importancia a las licencias conocidas en lugar de a los contenidos, "con lo que se genera un marquismo en el que no importan tanto los valores pedagógicos como los de marketing".

Otra causa del estancamiento, según Rincón, es que "en nuestro país no existe cultura de educación doméstica con el ordenador y, por otro lado, todavía es pobre la implantación del ordenador en el colegio".

La última apuesta de Planetade Agostini es recuperar productos que distribuía Zeta Multimedia (empresa creada en 1995 y cerrada 10 años después), como los de la colección Dorling Kindersley, de gran calidad. Los programas se venden más baratos y se han adaptados al sistema operativo XP.

Más del 80% de la oferta se dirige a menores de 12 años, aunque en los últimos años, la oferta se centra en niños de dos a nueve años. Respecto a las temáticas, los CD de más éxito son de matemáticas, lenguaje y, sobre todo, los de idiomas.

A pesar de que en los colegios cada vez se empieza antes a estudiar inglés, sigue siendo una asignatura pendiente. Algunos profesores justifican esta carencia por la dificultad de enseñar un idioma en aulas con 25 alumnos o más.

La tendencia de este año es ofrecer CD multimedia de aprendizaje del inglés a un público escolar, con la ventaja de que cada uno puede adaptar el juego a su nivel, avanzar a su ritmo, practicar la pronunciación, y comprobar, tanto él como sus padres o educadores, los progresos realizados.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_