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Reportaje:

Osasuna y Valencia, a examen

El equipo de Ziganda debuta en la previa de la Liga de Campeones con el Hamburgo, mientras el de Quique juega en el césped artificial del Salzburgo, que entrenan Trapattoni y Matthäus

El puerto de Hamburgo, el mayor de Alemania, parece un buen destino para comenzar la travesía europea. Osasuna se estrena hoy en la previa de la Liga de Campeones tras 85 años de éxitos menores y alguna bocanada europea en la UEFA. Enfrente aparece el Hamburgo, un campeón europeo con la plantilla llena de internacionales. Pese a las diferencias, en Osasuna no hay miedo. Tras cuatro años bajo el mando de Javier Aguirre, hoy el técnico será José Ángel Cuco Ziganda, en su primer partido como entrenador profesional, tras una campaña en el filial.

Las consignas son las mismas que con el mexicano: disfrute, concentración y estabilidad del equipo. "No hemos priorizado la previa porque debemos planificar toda la campaña, que es muy larga", asegura Ziganda. "Lo que da estabilidad es la Liga, no podemos hipotecar el futuro por la Liga de Campeones, pero aún así queremos hacer un gran papel. Hasta ahora, las alegrías de Osasuna han sido salvarse de un descenso, subir de categoría, un par de veces la UEFA... Ahora podemos disfrutar de verdad", añade el entrenador.

Osasuna espera no perder y dar la puntilla en el Reyno de Navarra a un equipo ya rodado en la Copa de la Liga. Ziganda pretende aprovechar "el hambre y las ganas de progresar" de Soldado, cedido por el Madrid, y la veteranía de Milosevic. La otra novedad será el lateral Natxo Monreal, ascendido del filial. El único temor de Ziganda es la pelea por la posesión del cuero. "El Hamburgo no es un equipo típico de Alemania, con hombres de 1,90 que echan balones arriba. Les gusta tener la pelota", asegura el ex delantero, impaciente ante su debut. "No hay miedo, sólo una gran responsabilidad", dice el ex jugador de Athletic de Bibao y Osasuna.

También como visitante, el Valencia espera al Salzburgo con la mosca detrás de la oreja. Mientras el club busca salida a Ayala y negocia por Simao, la plantilla no se fía del conjunto austriaco. Primero porque hoy les tocará jugar en el césped artificial del Bullen Arena -"es difícil controlar la pelota, va muy rápida", advirtió ayer Quique-; y segundo por un rival que ya ha jugado cuatro partidos de Liga y dos de Champions y que dirigen desde el banquillo los históricos Giovanni Trapattoni y Lottar Matthäus.

El antiguo Casino Salzburgo, el equipo de la ciudad de Mozart -este año se celebra el 250 aniversario de su nacimiento-, tembló cuando Dietrich Mateschitz compró el club hace año y medio y cambió su nombre por el de Red Bull Salzburgo, en honor a la bebida energética de su propiedad. Mateschitz, la tercera fortuna de Austria con 2.000 millones de euros, se encaprichó del equipo como de los Metrostar de Nueva York (ahora Red Bull Nueva York) y de la fórmula 1: las escuderías Red Bull y Toro Rosso corren con sus millones.

La conversión del equipo, al estilo Abramovich, comenzó por el banquillo. Trapattoni, ganador de 12 títulos con el Inter, Juventus, Bayern y Benfica, llegó como director deportivo pero ejerce de entrenador. A su lado se sienta Lothar Matthäus, 150 veces internacional con Alemania. Por encima, el dueño recibe los consejos de Franz Beckenbauer, fichado como asesor deportivo. Entre todos han dado un vuelco al equipo. A Salzburgo han llegado 12 fichajes, entre ellos el defensa Linke y el delantero Zickler, campeones de Europa con el Bayern de Múnich en 2001 precisamente ante el Valencia. También está Niko Kovac, capitán de Croacia en el pasado Mundial. Las 11 nacionalidades todavía no brillan en el juego colectivo: casi todo se basa en los balonazos a Zickler.

El Salzburgo no juega la Champions desde 1994 y la afición espera que los euros de Red Bull sirvan para eliminar al Valencia, que también se juega las habichuelas: clasificarse supone 15 millones, el 12% del presupuesto del club.

Cañizares (a la izquierda) y Morientes, en el entrenamiento del pasado lunes en Valencia.
Cañizares (a la izquierda) y Morientes, en el entrenamiento del pasado lunes en Valencia.EFE

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