Dos hombres matan a sus esposas y luego se suicidan en Granada y Gran Canaria
Una de las mujeres fue asesinada de 174 puñaladas en Salobreña y la otra fue estrangulada
La violencia de género se ha cobrado otras cuatro vidas. Sendos crímenes, perpetrados en Salobreña (Granada) y Arucas (Gran Canaria) se han saldado con la muerte de dos parejas. En ambos casos el hombre mató a su mujer y luego se suicidó, según los primeros indicios de las investigaciones. Los cuerpos sin vida de la pareja granadina fueron descubiertos el martes en su casa, cubiertos de cuchilladas. En Arucas, primero se halló al hombre, que se había arrojado desde un puente. La mujer estaba en casa, estrangulada.
Los cuerpos sin vida de María Dolores González Villena, de 49 años, y Amancio Rufino Fernández, de 37, fueron descubiertos alrededor de las 21.30 del martes en el domicilio del matrimonio en Salobreña, un municipio de la costa de Granada. Según reveló la autopsia que les fue practicada ayer, la mujer presentaba 174 puñaladas y un corte profundo en el cuello, y el cuerpo del marido tenía cerca de 90 cortes y heridas en las muñecas, el abdomen y el cuello.
Los forenses reconstruyeron el último episodio de una historia en la que no era la primera vez que aparecían los malos tratos, según coincidieron ayer vecinos de la pareja y la Policía Local del municipio. La autopsia, según fuentes de la investigación, revela que la mujer fue degollada con un cuchillo de grandes dimensiones, tras lo cual, el marido se sentó a horcajadas sobre ella y le asestó 174 puñaladas con tres cuchillos de cocina distintos. Luego se suicidó con uno de ellos.
Puerta cerrada
El hijo de la pareja, de 11 años, había salido por la mañana temprano para ir a una clase de informática, según contó una vecina. El niño volvió sobre las once e intentó entrar con su llave, pero no pudo porque la puerta estaba cerrada por dentro. Se fue a casa de sus abuelos paternos y pasó el día con ellos buscando al matrimonio. Ya por la noche, extrañados de la falta de noticias, volvieron al domicilio familiar, en la calle Fuentes.
Josefa Murcia, vecina de la familia, contó a Efe que desde fuera se escuchaba la televisión encendida, por lo que el abuelo decidió romper la puerta. Según Murcia, el niño fue el primero en entrar en la casa y en ver los cuerpos sin vida de sus padres. Algunos vecinos declararon que durante la mañana habían escuchado voces y gritos.
En el caso de Gran Canaria, un hombre de 40 años, Antonio Javier R.T., mató presuntamente, también el martes, a su mujer, María del Rosario D. P. S., de 34 años, y después se suicidó arrojándose desde lo alto de un viaducto de gran altura, todo ello en el norte de la isla.
Según todos los indicios, el presunto agresor asfixió a su mujer con sus propias manos en el domicilio que ambos compartían con su hijo de ocho años, en el barrio de Santidad del municipio grancanario de Arucas. Curiosamente, fue el hallazgo del cuerpo de Antonio Javier R.T. lo que condujo al descubrimiento del cadáver de María del Rosario. También el hijo de ambos estaba fuera del domicilio sin poder entrar en casa. El descubrimiento del cadáver de Antonio Javier al pie del viaducto del Juncal, en el cercano municipio de Gáldar, tuvo lugar sobre las 20.15 horas del martes, según informa la Guardia Civil.
La espera del hijo
Tras las primeras indagaciones se localizó el domicilio del fallecido y, personados allí los agentes, descubrieron que no había nadie en su interior y, además, que el hijo del matrimonio estaba también fuera sin poder entrar, porque durante la tarde y tras una fuerte discusión entre sus padres, había salido a jugar con unos amigos del barrio. El niño aseguró a los agentes que después de eso había visto a su padre salir de la casa y marcharse con el coche. Temiéndose lo peor, los agentes entraron en la casa a través de una ventana y descubrieron el cuerpo de María del Rosario, tendida en el suelo del baño y con marcas externas de violencia en el cuello. El pequeño ha quedado bajo la custodia del hermano del presunto agresor, un conocido carpintero de Arucas, con quien Antonio Javier trabajaba en ocasiones.
María del Rosario D. P. S. nunca había denunciado a su marido por malos tratos ni existía orden de alejamiento previa. Sindicatos y colectivos de mujeres convocaron ayer sobre la marcha un acto de protesta que celebraron a las 20.00 horas en la calle Triana de la capital grancanaria.
Asimismo, está previsto que las instituciones canarias celebren concentraciones de repulsa durante el día de hoy.
