La Junta ordena el cierre de la plaza de toros de Jerez por falta de seguridad

El peligro que entraña para los espectadores el precario estado de buena parte de la plaza de toros de Jerez ha llevado a la Junta a emitir un informe que prohíbe la celebración de cualquier tipo de espectáculo en el coso jerezano. El delegado del Gobierno andaluz en Cádiz, José Antonio Gómez Periñán, explicó ayer que el documento que recoge "los problemas estructurales" detectados en la instalación "es firme" y determina que "la plaza de toros no puede acoger la celebración de eventos hasta que no se arreglen todos los desperfectos".

El estudio, de manera contundente, concluye que el coso, de titularidad privada, "no reúne las condiciones para garantizar la seguridad de los espectadores". Las obras que hay que acometer no son menores y es que, según Gómez Periñán, se han detectado deficiencias estructurales "en los graderíos superiores, en los accesos a esos graderíos, en las escaleras, en la cubierta y en parte de los herrajes de la barrera".

La contundente medida afecta en primer lugar a la celebración de la emblemática Fiesta de la Bulería, fijada para el próximo 9 de septiembre. Un festival flamenco que cada año reúne en el ruedo y en las gradas a miles de jerezanos y foráneos. El gobierno municipal ya está tratando de cerrar el escenario alternativo que acogerá la tradicional cita del final del verano, al asumir que el centenario edificio, con capacidad para 9.000 personas, no podrá abrir sus puertas para la fecha. "Estamos ajustando los entrenamientos deportivos para que la Fiesta de la Bulería, tal y como ha solicitado la delegación municipal de Cultura, se pueda celebrar en el Campo de la Juventud", manifestaba ayer el delegado de Deportes, Alfonso García, quien concretó que "casi con total seguridad se habilitará el complejo anexo del Campo de la Juventud", segundo estadio deportivo de la ciudad.

Pero éste, si cabe, no es el principal problema con el que se ha encontrado el Ayuntamiento. Desde el Consistorio ya muestran su preocupación por los festejos taurinos de la feria del caballo, que sólo podrán llevarse a cabo si las obras están finalizadas antes del mes de mayo. "Haremos todo lo que esté en nuestras manos para dificultar la feria lo menos posible", explicaba ayer el responsable del área de Cultura, Julián Gutiérrez. Sin embargo, y a pesar del empeño de la administración local, la puesta en marcha de las obras sólo está en manos del dueño de la plaza de toros, Pedro Balañá, quien ayer declinaba hacer declaraciones.

De momento, el empresario se mantiene en silencio ante la opinión pública y ante el propio Ayuntamiento. Dos semanas después de que las partes afectadas conozcan el resultado del informe de la Junta y tras varias conversaciones el Consistorio sigue sin conocer las intenciones de Balañá. "Voy a pedirle que intervenga cuanto antes porque nos preocupa el cartel taurino de la feria de Jerez, pero hasta ahora el empresario no ha dicho nada", afirmó Gutiérrez.

El coordinador de Política Territorial y primer teniente de alcalde, Pedro Pacheco (PSA), se sumó el pasado mes de septiembre al debate sobre el futuro del inmueble. Pacheco, manifestó que era "una lástima tener un edificio con tan pocos contenidos". "Es un despilfarro inmobiliario y algo habrá que intentar de común acuerdo con los propietarios", afirmó.

Por su parte, Balañá respondió que "se puede hablar hasta de recalificaciones, ahora que está tan de moda. Habrá que mantener la plaza lo mejor posible dentro de las posibilidades que tiene un edificio como éste y con las limitaciones que tiene una plaza de toros en estos días".

La administración local se descarta demoler el coso jerezano, en manos de Balañá desde los años setenta.