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ERC insiste en excluir de Francfort a autores catalanes en lengua castellana

Maria Mercè Roca opina que "todas las literaturas nacionales son excluyentes"

La polémica sobre la representación catalana en la Feria de Francfort de 2007 dista mucho de haberse extinguido. La diputada de Esquerra Republicana y escritora en lengua catalana Maria Mercè Roca presentó ayer en el pleno del Parlamento autónomo una interpelación sobre la Feria del Libro de Francfort de 2007, en la que insiste en que el Departamento de Cultura de la Generalitat "no apoye a nadie más" que a los autores que escriben en catalán, quienes deben ser "los únicos representantes". "Por definición, todas las literaturas nacionales son excluyentes", remachó.

"Es evidente que la Generalitat debe favorecer no sólo a la lengua propia de Cataluña, sino también a la más débil porque no la apoya nadie más, mientras que la lengua castellana cuenta con todo tipo de apoyos", dijo Roca y argumentó que "las literaturas nacionales siempre son excluyentes con las demás, sólo hay que ver los ejemplos de la literatura francesa o la alemana".

Francfort ha invitado para su edición de 2007 a la "cultura catalana", y el director de la feria, Jürgen Boss, ha pedido explícitamente que, junto a los escritores en lengua catalana, estén también los que se expresan en castellano. La polémica arranca del año pasado, cuando la Asociación de Escritores en Lengua Catalana pidió al Institut Ramon Llull y a la Institució de les Lletres Catalanes que sólo se invitara a autores de expresión catalana, hecho que suscitó una viva polémica. La ministra de Cultura, Carmen Calvo, declaró entonces que "sería un error gravísimo convertir una oportunidad en un conflicto político". Pero el clima de enfrentamiento político que ha vivido Cataluña en el último año amenaza con reavivar el fuego.

"Es evidente que la Generalitat debe favorecer no sólo a la lengua propia de Cataluña, sino también a la más débil", abundó Roca, quien opina que apostar por una representación al 50% de obras en catalán y el otro 50% en castellano "equivale a perjudicar claramente a las de la lengua catalana". Este modelo fue el que se siguió en la Feria de Guadalajara de México en diciembre de 2004, en la que Cataluña también fue el país invitado.

Optimismo

El consejero de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell, replicó que Francfort representa "una oportunidad única para mostrar una cultura que no se identifica con un Estado". Y esa muestra debe ser "en toda su amplitud". No quiso extenderse más sobre la cuestión de la representación de autores, y remitió al programa que se presentará durante el próximo mes de septiembre. Pero sí apostó por cierto optimismo: "Para ir a Francfort no hay que pensar en lo mal que estamos, sino en el sector editorial, que es muy potente, y en una cultura que siempre se ha aferrado a su voluntad de existir".

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Emilio Manzano, director del Instituto Ramon Llull, encargado de la promoción de la cultura catalana en el exterior y que tiene firmado con la Feria de Francfort el contrato como organizador de la presencia cultural catalana en la convocatoria de 2007, destacó: "Nuestro criterio, hasta donde se nos permita aplicarlo, es que no destinaremos ninguna partida presupuestaria a presentar obras que no sean en lengua catalana. Todo esto no es fruto de una voluntad de exclusión, pero tampoco queremos enmascarar la realidad cultural. La poderosísima industria catalana en lengua castellana ya representará a estos autores. Y no creo que se trate de una discriminación positiva, sino de intentar reequilibrar las oportunidades ante un acontecimiento único".

El director del Llull en Francfort afirma que van a estar los escritores pertenecientes a uno y otro grupo, y el objetivo ha de ser "aprovechar la presencia de ambos para que se conozca mejor la situación catalana". "El otro día un responsable de la feria me decía que no entendía que alguien pensara en renunciar a autores como Javier Cercas, Eduardo Mendoza o Carlos Ruiz Zafón. Yo le contesté que esos nombre él ya los conocía, pero que debía además conocer a otros, como Julià de Jódar, Jordi Puntí, Baltasar Porcel y Lolita Bosch. Y que Francfort iba a brindar una oportunidad de oro para esto".

"Los autores Javier Cercas y Juan Marsé ya han dicho que 2007 constituye una gran oportunidad para la literatura en catalán", manifestó Anna Soler-Pont, nombrada recientemente comisaria de la gran exposición sobre cultura catalana que se celebrará en la feria alemana. "Esquerra Republicana debe tranquilizarse porque no pensamos en una reedición de Guadalajara, no habrá ambigüedad", añadió y, al igual que Mascarell, remitió a la presentación del programa en septiembre para despejar las reticencias que pueda albergar aún la formación independentista.

El pabellón de la cultura catalana en la Feria de Guadalajara (México) en 2004.
El pabellón de la cultura catalana en la Feria de Guadalajara (México) en 2004.

Ni agua para "el embajador español"

La diputada Maria Mercè Roca considera que a los escritores en lengua catalana que acudan a Francfort hay que evitarles "la humillación de que tengan que estar acompañados por el embajador español" cuando presenten sus creaciones en la feria alemana. En su opinión, hay que evitar que se produzcan errores como el de la Feria de Guadalajara, en que la Generalitat promocionó a unos y otros autores y "la literatura catalana quedó totalmente mezclada con la castellana".

Sergi Pàmies, escritor en lengua catalana y colaborador habitual de este diario en una y otra lengua, replicó ayer: "A mí no me molestaría que hubiera en la feria escritores catalanes que escriben en castellano, teniendo en cuenta que la invitada es la cultura catalana, no la literatura. En cuanto al embajador, tanto me molestaría el de España como el de Cataluña. A no ser que dicho embajador fuera además escritor catalán, en lengua catalana o castellana, en cuyos casos lo aceptaría".

Muchos editores y escritores han considerado que la contraposición de autores en una y otra lengua constituye "una falsa polémica". Así se ha expresado Josep Maria Castellet, quien opina que "en una feria como la de Francfort son los editores quienes llevan la voz cantante y lo que tienen que hacer es reclamar subvenciones a la Administración para traducir libros y promocionarlos". En sentido parecido se ha pronunciado también el escritor Gabriel Janer Manila, presidente del Instituto de Estudios Baleáricos, quien cree que "nadie debe imponer a un editor qué autores o lenguas ha de presentar", aunque a su juicio "deben tener un trato especial los autores en catalán para propiciar su proyección y sus traducciones".

Cuando estalló la polémica que ERC parece no querer cerrar,Juan Marsé manifestó que aunque le invitaran no pensaba aparecer por la feria alemana "por la sola idea de verme sentado en el avión junto a Maria Mercè Roca o Baltasar Porcel". Narcís Comadira zanjó por su parte la cuestión con una serie de preguntas: "¿Qué pasa con los escritores en catalán que publican en castellano en los periódicos? ¿Es que hemos de considerar su producción periodística inferior a sus libros? Y entonces, ¿qué tendríamos que hacer con Pla?".

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