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Entrevista:ALEXANDR MEDVÉDEV | Vicepresidente de Gazprom

"La Comisión Europea no entiende el funcionamiento del mercado del gas"

Pilar Bonet

El futuro de las relaciones energéticas entre Rusia y la Unión Europea se está forjando hoy y de ellas dependen no sólo los mercados, sino las configuraciones políticas y estratégicas y en definitiva la estabilidad en el continente euroasiático. De Rusia procede el 26% del gas que se consume en la UE y Bruselas debe decidir en qué grado sigue apostando por Moscú para incrementar sus importaciones de este combustible. Más allá de los discursos oficiales, dos concepciones pugnan entre sí. La primera, la de Rusia, tiene por divisa los contratos a largo plazo y los suministros por gasoducto, calculados "para 25 años o una generación". La segunda, que se abre paso en la UE, aspira a liberalizar el mercado y buscar fórmulas para independizarse de los gasoductos. En principio, parecería que Moscú desea dar un estrecho y prolongado abrazo a los europeos y que éstos desconfían y prefieren bailar juntos "aquí y ahora" sin compromisos. En una entrevista con EL PAÍS realizada en Portoroz (Eslovenia) durante una conferencia internacional de energía, Alexandr Medvédev, vicepresidente del consorcio de gas ruso Gazprom, opina que la Comisión Europea (CE) no entiende cómo funciona el mercado del gas.

"Exportamos un tercio de nuestra producción, lo que representa dos tercios de nuestros ingresos"
"Gazprom es un productor estratégico y no una fábrica de yogures"
"No excluyo que en el futuro podamos vender gas en España. Tenemos contactos con Repsol"
"Llamamos la atención sobre los riesgos de la producción y comercialización del gas licuado"
"China puede convertirse en nuestro mercado, y nuestras conversaciones progresan"
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Si Gazprom es un estado dentro del Estado, Medvédev es su ministro de Exteriores y este jefe de una peculiar diplomacia, que fustiga la política de la UE, tiene 50 años, estudió relaciones internacionales y trabajó como banquero en Austria en 1991, el año en que se desintegró la Unión Soviética. En 2002 se incorporó a la directiva de Gazprom, donde además de vicepresidente es director general de la filial Gazexport. "Hay que hablar de interdependencia entre la Unión Europea y Rusia", afirma.

Pregunta. ¿Tiene sentido crear una organización de países productores de gas a semejanza de la OPEP?

Respuesta. Los productores de gas en el mundo somos menos que los de petróleo y para dominar en el mercado no necesitamos ninguna organización formal. Por sus reservas, Irán, Qatar y Rusia serán a la larga las principales fuentes de gas para todo el mundo. Nosotros participamos en el foro de exportadores de gas y examinamos los problemas del mercado, pero no necesitamos cuotas. Los precios en el mercado del gas siempre están ligados a los productos del petróleo.

P. Ustedes critican a la CE por su política de liberalización del mercado energético, aunque ésta puede serles útil para acceder a los mercados comunitarios. ¿Qué reprocha a la CE?

R. Más que la liberalización, es la forma de ponerla en práctica. No estamos en contra de la liberalización e incluso somos pioneros en este campo en Alemania, por haber creado una empresa mixta (Wingas) con la compañía Wintershall, cuando el mercado estaba totalmente monopolizado. Ahora esta empresa tiene más del 12% del mercado y opera de acuerdo con todas sus reglas. Por desgracia, la CE da pasos que no están basados en la comprensión del funcionamiento del mercado del gas. No se puede aplicar a ese mercado los métodos que se aplicaron con éxito al mercado del petróleo, porque el papel de la infraestructura de transporte por gasoducto es muy grande y las inversiones son enormes. Los inversores tienen que poder recuperar su dinero. Anunciar la creación de un entorno competitivo sin criterios serios sobre quienes pueden participar lleva a situaciones absurdas en las que se convocan concursos para adjudicar gas o capacidades de transporte y los ganan compañías que no tienen ni gas, ni dinero, ni clientes, y que no pueden dar ninguna garantía de suministro. Noruega, Rusia, Argelia y Libia abastecen a Europa de gas y compiten entre sí, pero crear una competencia artificial es peligroso. El gas es un producto difícil y se pueden tomar decisiones irreflexivas, si no se comprende cómo funciona el sistema tecnológicamente.

P. Ustedes insisten en los contratos a largo plazo con sus clientes europeos, ¿qué les preocupa?

R. Formalmente, la CE reconoció los contratos a largo plazo como base del negocio del gas, pero simultáneamente nuestros socios son obligados a vender en subastas públicas el gas que nos compran y queremos saber cuáles son los criterios para participar en estas subastas, porque resulta que el gas no está allí donde debería estar y aparece allí donde no debería y eso crea un desequilibrio en el suministro y riesgos que se podrían evitar.

P. Gazprom ha amenazado con desarrollar el mercado chino como alternativa al europeo. Eso exige tiempo y es difícil imaginar que ustedes estén dispuestos a ayudar a la economía china si al mismo tiempo no desarrollan Siberia.

R. Desarrollaremos nuestros yacimientos sólo cuando tengamos demanda de gas. China puede convertirse en nuestro mercado y nuestras conversaciones progresan. Hay dos proyectos para suministrarle gas y no se trata de desviar gas de Europa, sino de clarificar si Europa quiere un aumento de suministro en el futuro. Si lo quiere, debe tomar hoy la decisión de invertir. Si hay que suministrar gas a China en el año 2011 o en el 2012, el desarrollo de los yacimientos y la construcción de los gasoductos debe comenzar el año próximo como más tarde. Y lo mismo es válido para Europa. Todos los contratos en marcha, teniendo en cuenta sus incrementos, están asegurados, pero si hay una demanda suplementaria, hay que tomar la decisión hoy.

P. ¿Qué supone la importación de gas de Asia Central para el mercado interno ruso?

R. En nuestro mercado interior utilizamos no sólo nuestro gas sino el que compramos y producimos en países de Asia Central. Producimos 550.000 millones de metros cúbicos anuales y compramos menos de 60.000 millones a Asia Central, a saber 40.000 millones de gas turkmeno y hasta 16.000 millones de gas uzbeko y kazajo.

P. ¿Pueden disminuir los suministros asiáticos, habida cuenta del intento de aquellos países de romper el monopolio de exportación de Gazprom?

R. Primero hay que saber si el suministro existe. Turkmenistán, por ejemplo, nos ha vendido hasta 80.000 millones de metros cúbicos de gas, pero no tenemos confirmación de que existan esas reservas y no vamos a crear capacidades de transporte para esas cantidades, si no sabemos que existen.

P. Gazprom quiere cooperar con Argelia en diferentes áreas, incluido el transporte. ¿Hay algún proyecto que pueda afectar a España, dado que Argel es nuestro principal proveedor de gas?

R. Hay posibilidades de hacer operaciones de intercambio y no excluyo que en el futuro podamos vender gas en España. Tenemos contacto con Repsol y otras compañías.

P. Repsol aspira a construir una planta de licuefacción de gas en el Báltico, cerca de San Petersburgo.

R. España es uno de los posibles destinos del gas que se licuará allí. Invitamos a Repsol a formular una propuesta para fin de junio y la examinaremos junto con otras, cuando tomemos la decisión.

P. Repsol quería colaborar con la empresa Tambeyneftegaz, pero ese plan se ha frustrado porque Gazprom ha impugnado una transferencia de la licencia.

R. Sí, porque los propietarios de Tambeyneftegaz transfirieron la licencia a otra empresa. Esto es ilegal y creo que los jueces condenarán el intento de arrastrar a empresas extranjeras al proyecto para reforzar su posición. Advertimos a los socios extranjeros de nuestra actitud negativa y estamos dispuestos a debatir el proyecto con ellos, cuando la licencia vuelva a su propietario legal.

P. Parece que dan ustedes menos importancia al gas licuado.

R. No es que le demos menos importancia, pero queremos llamar la atención sobre los riesgos de la producción y comercialización del gas licuado. Se constatan aumentos sustanciales de costes y retrasos en los proyectos en marcha.

P. ¿En qué porcentaje se desarrollará el gas licuado en Europa en relación con el que se suministra por gasoducto?

R. Creo que el pronóstico máximo está entre el 25% y 35% en 10 o 15 años.

P. ¿Qué da Gazprom al ciudadano y al Estado ruso?

R. Gazprom es una de las empresas energéticas más grandes del mundo. Proporcionamos un 12% de los ingresos del presupuesto estatal y suministramos gas barato a la población y a la industria nacional, permitiendo así que ésta sea competitiva. Los subsidios a la industria disminuirán, aunque no creo que los precios lleguen al nivel europeo, debido a nuestra ventaja comparativa de estar más cerca del lugar de producción. Eso permitirá a Gazprom ganar más dinero en el mercado interior. Ahora, exportamos un tercio de nuestra producción y obtenemos por ello dos tercios de nuestros ingresos.

P. No hace mucho, hablar de reforma del sector del gas en Rusia suponía hablar de competencia, pero ahora supone el perfeccionamiento del monopolio. ¿Cuál es la ventaja de un monopolio frente una multitud de competidores?

R. Hoy, el 80% de la obtención de gas en Rusia depende de Gazprom. El porcentaje de los productores independientes de gas aumentará, pero el intento de crear competencia allí donde no es posible sólo tendrá resultados negativos. El sistema de distribución de gas está a tope, y para permitir el tránsito de otros deberíamos recortar nuestra producción y ceder nuestros clientes. El Estado tiene el 50% más una de las acciones en Gazprom, el paquete de control, así que compaginamos la función estatal y la comercial. Ésta es una empresa estratégica, y no una fábrica de yogures. El gas es un elemento esencial de la seguridad energética del país.

P. ¿Y los otros productores?

R. Los otros productores tienen acceso al gasoducto (interior) y también pueden vendernos gas. El monopolio exportador asegura la estabilidad del mercado.

P. ¿Y los consumidores?

R. Para ellos, lo más importante no es el precio, sino la fiabilidad...

P. ¿Qué va a hacer Gazprom con los medios de comunicación que controla?

R. El sector de medios de comunicación depende de Gazprombank y es un puro proyecto comercial. Antes de desprenderse de él, hay que ponerlo en orden y buscar un comprador adecuado. Por su potencial creativo y financiero, nuestros medios son de gran calidad y con buenas perspectivas. Mire la emisora El Eco de Moscú, el periódico Izvestia o la cadena de televisión NTV. El negocio de los medios de comunicación en Rusia no ha llegado a ser totalmente rentable, pero hacemos lo posible para que lo sea. Por eso, ¿para qué vender cuando aún no hay un buen precio?

Alexandr Medvédev, en Portoroz.
Alexandr Medvédev, en Portoroz.
Sede central de Gazprom, en Moscú.
Sede central de Gazprom, en Moscú.ASSOCIATED PRESS

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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