Carod y Puigcercós retoman la exigencia de la autodeterminación

Consumado su rechazo al nuevo Estatuto de Autonomía, los principales dirigentes de Esquerra Republicana (ERC), Josep Lluís Carod y Joan Puigcercós, retomaron ayer el discurso en favor del ejercicio del derecho de Cataluña a la autodeterminación, que había quedado en un segundo plano desde su acceso al Gobierno en 2003. En un acto en el que intervino también el presidente del Sinn Fein, Gerry Adams, proclamaron que si bien los casos de Irlanda y Cataluña no son iguales, "tienen una cosa en común: el derecho a decidir". Adams explicó el caso irlandés y deseó "lo mejor" a sus amigos catalanes, pero no dijo ni una palabra sobre el Estatuto.

Que Irlanda y Cataluña son casos distintos lo dejó bien claro Gerry Adams cuando explicó que el proceso político irlandés tiene una fecha clave en el horizonte inmediato: el 24 de noviembre. En esa fecha se ha de decidir si continúa o se cierra el incipiente proceso autonómico abierto en Irlanda del Norte.

Para los catalanes, convocados para el 18 de junio al referéndum de la reforma estatutaria, la cuestión es otra, obviamente. Pero Carod y Puigcercós, que hablaron en un acto electoral celebrado en el Aula Magna de la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona, la situaron en otra perspectiva. El no a este Estatuto "desfigurado" ha de ser, según Carod, el "primer gesto simbólico" en la via de la autodeterminación.

Puigcercós dedicó la parte principal de su intervención a subrayar que la unificación de Alemania en 1989 y el reciente referéndum de Montenegro sobre su independencia han significado el fracaso de quienes sostenían que las fronteras interiores europeas son inamovibles.

Al auspiciar el referéndum de independencia de Montenegro y fijar las condiciones en que podía ser aceptado, la Unión Europea "ha sentado un precedente histórico", afirmó Puigcercós. Ha fijado unas reglas "claras y transparentes" para aceptar la independencia de un pequeño Estado.

Por mucho que el alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Javier Solana, se empeñe en proclamar que no cabe comparar Montenegro con otras naciones, agregó Puigcercós, "lo cierto es que sí hay algo en común" entre Cataluña, el País Vasco, Escocia e Irlanda del Norte, y es que "no tienen un Estado propio".

Gerry Adams

En el objetivo de situar a Irlanda del Norte en el Estado irlandés y no en el de Gran Bretaña situó Gerry Adams el empeño de su partido, el Sinn Fein. Hizo un breve resumen de la historia de Irlanda en el que introdujo algunas precisiones destinadas a combatir tópicos. Dijo, por ejemplo, que "había protestantes entre los fundadores del republicanismo irlandés, que es laico". Señaló que su meta histórica es la unificación de Irlanda y que persigue la independencia de la Gran Bretaña. "Queremos romper la conexión con el Parlamento de Gran Bretaña", de forma que no tenga jurisdicción sobre Irlanda.

Pero acto seguido afirmó también que la relación con Gran Bretaña es "muy grande" y que el único problema es que el establishment británico se resiste a aceptar que no ha podido mantener su dominio sobre Irlanda, y que al unionismo norirlandés le cuesta también aceptar este hecho. Llegado a este punto, Adams señaló, sin embargo, que su objetivo inmediato es lograr un compromiso. "Queremos convencer a los unionistas de que podemos vivir con ellos", dijo.

El dirigente irlandés se refirió también a la situación en el País Vasco, donde el martes se entrevistó con el líder de Batasuna, Arnaldo Otegi, para indicar que se halla ante "una experiencia esperanzadora". Equilibró cuidadosamente sus palabras. "He pedido a ETA que el alto el fuego sea definitivo". Calificó de "muy positiva" la actitud del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y dijo que el diálogo necesario para superar las dificultades ha de ser "inclusivo". Aunque también señaló: "No debemos ser ingenuos, porque las dificultades son muy grandes". Asimismo deseó para vascos y catalanes los mejores éxitos en la lucha por el ejercicio de la audoterminación.

Carod recordó en su intervención que la causa irlandesa tuvo una gran simpatía en Cataluña en la segunda década del siglo XX y que el movimiento separatista catalán impulsado por Francesc Macià antes de fundar Esquerra Republicana tuvo puntos de contacto con él, por ejemplo el "intento insurreccional" de Prats de Molló.