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De barracones provisionales a centro de referencia

"La voluntad al servicio de una idea". La frase es del Premio Nobel Santiago Ramón y Cajal y figura en la entrada del Centro de Cirugía de Mínima Invasión (CCMI) de Cáceres. La cita refleja el propósito de su fundador y director científico, Jesús Usón, de contribuir con este centro a situar a la ciencia española en la vanguardia mundial de su especialidad. En sólo 20 años, este consorcio público formado por la Junta de Extremadura, la Universidad de Extremadura y la Diputación Provincial de Cáceres, se ha convertido en un centro de referencia internacional en el entrenamiento e investigación de las operaciones de cirugía que evitan las grandes incisiones.

"Llegué a Cáceres en 1986 con otros tres aragoneses, Vicente Calatayud, catedrático de Neurocirugía, Luis Ángel Rioja, catedrático de Urología y Vicente Tejero, endoscopista. Dejamos casa, familia y consulta para crear un centro de investigación que arrancó en los barracones de cerdos de la Facultad de Veterinaria", recuerda Usón sobre los comienzos del centro. "Llevamos a esos barracones tecnología de imagen puntera, material de microcirugía, y también llevamos a sus instalaciones a neurocirujanos de diferentes escuelas europeas. Se hizo un entrecruzamiento de la microcirugía aplicada al sistema nervioso y vascular de lo más vanguardista".

El centro, pionero en la introducción en España de laparoscopia y endoscopia, se estructura en áreas de trabajo o unidades, y éstas a su vez en especialidades. En cada unidad se hace formación e investigación. En esta institución trabajan cerca de 50 personas, cuenta con más de 300 colaboradores científicos nacionales e internacionales y dispone de la más avanzada tecnología tanto en aparatos e instrumental médico como en sistemas de comunicación.

El presupuesto anual es de unos dos millones de euros del que alrededor del 60% se financia con los ingresos de las actividades científicas del propio centro. Usón sostiene que no existe ningún centro en el mundo que reúna las características del CCMI cacereño, que ha sido propuesto durante tres años consecutivos al Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica. "El vanguardismo de este centro reside en que la medicina no está formada por miles de cajones estancos, sino por una serie de conjuntos adjuntos donde se entrecruzan las diferentes áreas y especialidades, sin prepotencia y con eficacia", concluye.

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