Una voraz plaga de mariposas gamma se extiende otra vez por España
Medio Ambiente atribuye la eclosión de polillas a las lluvias de primavera tras la sequía
Ya están aquí. La mariposa gamma vuelve a colonizar la Península 10 años después de su última invasión. Entonces el cielo, las casas y los jardines se llenaron de estas polillas, marrones e inofensivas pero muy molestas. Ahora como entonces, tras un periodo de sequía, las mariposas han proliferado. Los científicos han detectado grandes nubes en Cáceres, y en Madrid los ejemplares se han disparado . El Ministerio de Medio Ambiente señala que es pronto para saber si se trata de nubes llegadas de África o de ejemplares autóctonos, pero sí sabe una cosa: tras un periodo de sequía, la primavera ha tenido las condiciones perfectas y ya hay más mariposas y polillas que nunca. Y habrá más.
El 24 de mayo, Antonio Morcuende regresaba de Madrid a Cáceres. El sol se ponía cuando su coche llegó a la altura de Almaraz, junto al río Tajo. Morcuende reparó en una nube de mariposas gamma (Autographa gamma) que volaba hacia el norte. "A la derecha de la carretera vi miles de ellas que formaban una gran nube e iban hacia el norte", explica.
La nube de insectos habría pasado inadvertida para cualquiera, pero Morcuende hizo saltar las alarmas porque es entomólogo y experto en plagas y uno de los centenares de colaboradores que el Instituto Nacional de Meteorología tiene repartidos por toda España. La red permite detectar fenómenos curiosos, variaciones en el comportamiento de los animales que puedan ser útiles para estudiar la meteorología.
Al ver las mariposas, Morcuende recordó aquel 5 de junio de 1996 cuando vio una nube similar entre Trujillo y Jaraicejo, en Cáceres. "Era la misma imagen que no había vuelto a ver desde entonces", narra. La mariposa gamma, la polilla marrón que hace 10 años incordió a millones de españoles, ha vuelto.
La mariposa gamma -se llama así porque en las alas delanteras tiene un dibujo blanco similar a la letra griega- es un bicho tan inofensivo como irritante. Mide unos cuatro centímetros, es de color marrón y pasa el invierno como oruga en el suelo y algunos como mariposa. En primavera emerge, y entre abril y octubre se reproduce hasta tres o cuatro veces. Cada mariposa dura unas tres semanas, pero antes de morir pone más de 1.000 huevos que pasan por los estados de huevo, larva y crisálida antes de llegar a adulto. El resultado es que en un buen año puede haber millones de ejemplares. Vuela de noche y le atrae la luz. Si pasa cerca de su ventana y ve una bombilla encendida es probable que entre a revolotear.
Vuelo masivo
"Una hipótesis es que estas mariposas formen parte de un vuelo masivo desde el norte de África, algo que ocurre periódicamente. La última vez que hubo una de estas migraciones masivas fue en 1996", explica Luis Miguel Torres-Vila, vocal de la Sociedad Española de Entomología (la ciencia que estudia los insectos) y de los pocos estudiosos de esta mariposa. Torres, que reside en Mérida (Badajoz) también ha visto los ejemplares, como muchos madrileños.
La hipótesis del vuelo masivo no está confirmada porque la mariposa también crece en España aunque también es frecuente que en Marruecos o en Argelia. El jefe de Planificación Forestal del Ministerio de Medio Ambiente, Gerardo Sánchez, señala que "no hay constancia" de que la nube haya cruzado el Estrecho. "Esperamos una eclosión de polillas y de todo tipo de insectos y entre ellos puede estar la mariposa gamma", explica Sánchez. La razón para esta explosión es que las lluvias de primavera, aunque no excesivamente abundantes, han caído en el campo en el momento justo y de la forma precisa. Esto, unido a un invierno templado, favorece la eclosión de insectos. "El campo está como nunca. Han aparecido amapolas en sitios en las que no se veían desde hace 15 años y esto hace que haya más insectos. Desde la segunda quincena de mayo y durante junio van a aparecer todo tipo de bichos desde el sur de España hasta el norte", añade Sánchez.
La mariposa es inofensiva. Sólo cuando es una oruga come pastos verdes, hierba, hojas e incluso algunos frutos como el tomate. La piretrina y sus derivados, presentes en muchos de insecticidas comunes, acaba con la mariposa. "Cuando es oruga puede atacar los cultivos y se considera plaga", explica Morcuende.
Aunque todos los años hay mariposas, sólo a veces forma grandes nubes. "Pueden haberse juntado que hay muchas en España y que han llegado de África. Una primavera de lluvia tras una sequía origina una explosión demográfica", explica el profesor de Biología de la Universidad Autónoma de Madrid José Luis Viejo, que confirma el elevado número en Madrid. Torres señala que Andalucía no ha detectado muchos ejemplares. Cuando hay muchas, las mariposas comienzan a emigrar hacia el norte. Si los vientos son favorables y las condiciones de lluvias propicias, pueden llegar al norte de Europa en busca de pastos verdes para sus huevos.
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