Liquidación por derribo

El Juventus está a punto de colgar en el escaparate el cartel de liquidación por derribo. El más que previsible descenso, a la Serie B o incluso a las categorías regionales, obligará a la sociedad de la familia Agnelli a recortar de forma drástica los gastos y a vender a la mayoría de sus estrellas. Será la mayor venta de todos los tiempos. Nunca un equipo de tanta entidad -el Milan de 1980 era mucho menos galáctico que el actual Juventus- se había visto obligado a colocar en el mercado un bloque de jugadores tan notables.

Los ingresos experimentarán una caída vertiginosa: las televisiones ya han exigido renegociar los derechos de transmisión -60 millones de euros anuales- en el caso de que el Juventus pierda la máxima categoría e incluso los socios se niegan a renovar los abonos hasta que se conozca lo que depara el futuro. Unas 170 peñas repartidas por toda Italia se han unido para frenar la campaña de renovación de los carnés, recién iniciada. "Nos piden el dinero sin darnos ninguna certeza", se quejan. El valor del Juventus en la Bolsa ha caído un 47,5% en tan sólo diez días. Se estima que la pérdida de derechos televisivos y patrocinadores puede costar a la Vieja Señora de Turín unos 250 millones de euros.

John Elkann, nieto de Giovanni Agnelli y nuevo hombre fuerte del grupo Ifil-Fiat-Juventus, cuenta con mantener solamente a Alessandro del Piero, bandera del equipo durante un decenio y futuro directivo. El técnico, Fabio Capello, se fue esta semana de vacaciones y se despidió con un "hasta julio", pero nadie cuenta con que acepte entrenar en las categorías inferiores. Capello tiene contrato hasta 2007 con unos ingresos anuales netos de 3,5 millones de euros. Se da por seguro, sin embargo, que preferiría renunciar al dinero y pasar un año en blanco que acompañar al Juventus en su descenso. Para sustituirle la sociedad turinesa cuenta con Walter Novellino, el actual entrenador del Sampdoria.

En principio, las bajas podrían ser ocho o nueve. Mauro Camoranesi ha recibido una oferta del Bayern Múnich. El portero Gigi Buffon, implicado en un caso de apuestas, piensa en España -se habla del Barcelona- o Gran Bretaña. El delantero David Trezeguet y el lateral Gianluca Zambrotta gustan mucho al Inter. El representante de Zlatan Ibrahimovic ha confirmado el "interés" del Milan -sobre el que también pesa una amenaza de descenso, aunque parece probable que si sufre una sanción consista sólo en la pérdida de puntos y de la clasificación para la Liga de Campeones-. A Patrick Vieira no le importaría regresar al Arsenal. Y a Emerson da Rosa le sobran pretendientes. Pavel Nedved, por su parte, podría anunciar su retirada tras el inminente Mundial.

El nuevo comisario plenipotenciario de la Federación, Guido Rossi, ha obtenido de la UEFA una prórroga hasta principios de julio para indicar qué equipos italianos disputarán las competiciones europeas. Eso significa que las sanciones deportivas -la justicia ordinaria será mucho más lenta- se conocerán por esas fechas y que inmediatamente después comenzará la diáspora blanquinegra. El mercado futbolístico italiano permanecerá abierto hasta el 31 de agosto.