El auditorio de San Lorenzo se inaugura con cuatro años de retraso

El auditorio Alberto Ruiz-Gallardón, en San Lorenzo, abrirá sus puertas en julio, con un retraso de casi cuatro años. Ruiz-Gallardón puso la primera piedra en noviembre de 2000 cuando era presidente del Gobierno regional. Anunció que estaría terminado en dos años y costaría 29,6 millones. Finalmente, la Comunidad ha abonado 40 millones por las obras y 25 por el equipamiento escénico. El martes, el Gobierno regional presentará su primera programación.

El 13 de noviembre de 2000, Ruiz-Gallardón recaló en San Lorenzo de El Escorial para dar el pistoletazo de salida a una de sus grandes apuestas culturales: el auditorio de San Lorenzo de El Escorial. Anunció que las instalaciones, de 25.000 metros cuadrados en un solar de 7.300, se convertirían en sede de un futuro festival escénico y musical de calidad europea y en "polo de atracción cultural en dos años".

Pero los plazos se han dilatado y el coste ha aumentado. Cinco años y medio después, el edificio, de granito gallego, está acabado a falta de los últimos retoques y de completar su equipamiento. La obra ha costado un 33% más de lo presupuestado en 2000. Los 30 millones iniciales se han convertido en 40.

El edificio tropezó con la primera piedra al iniciar las máquinas la excavación: el suelo de la parcela era de gneis, una roca de gran dureza compuesta por los mismos minerales que el granito.

"Se tardó un año en hacer el agujero", comentan desde el estudio de los arquitectos autores del proyecto, Rubén Picado, María José de Blas y Enrique Delgado. "Para causar las menores molestias a los vecinos, vaciamos la parcela poco a poco utilizando maquinaria pequeña", puntualizan.

Otro de los escollos que se encontró el auditorio fue la oposición de los residentes en una urbanización adyacente de 11 chalés a que les adosaran a los patios de sus viviendas el edificio. Ahora, con el auditorio acabado, una muralla blanca se alza por encima de sus jardines, que quedan por debajo. Para minimizar el impacto visual, se han plantado árboles.

La altura máxima del auditorio es de 30 metros. "Pero hay que tener en cuenta que al estar en pendiente, la parte que da al parque de Terreros mide 10 metros y coincide con la altura de cornisa del Eurofórum", explica uno de los autores del proyecto, Rubén Picado. Los árboles del entorno, castaños y acacias, minimizan el impacto visual desde esa zona.

Para los arquitectos, el retraso no ha sido excesivo. Y sostienen: "La sala pequeña, con capacidad para 381 personas, sí estaba terminada en dos años, y la mayor, preparada para recibir a 1.100 espectadores y 200 músicos, está finalizada desde hace aproximadamente un año".

En cuanto a la parte arquitectónica, Picado explica: "Lo que intentamos es escamotear el edificio, hacerlo silencioso en el entorno. Nos decidimos por la sobriedad para que encajara con el lugar en el que estamos y con el monasterio", dice. El granito gallego elegido se oxida con el tiempo. "Con el paso de los años su tonalidad se hará más dorada y será similar a la del monasterio".

El edificio está construido a base de volúmenes escalonados. Una de las características diferenciadoras del auditorio, según Picado, es el gran vestíbulo con vistas. "Las mismas que tienen los jardines del monasterio", asegura.

Ahora se está ultimando el equipamiento escénico con los últimos avances del sector, "para que tengan cabida todos los espectáculos internacionales", afirman desde la Consejería de Cultura. Por este motivo, desde hace unos seis meses, los técnicos están ajustando la maquinaria. "Es un teatro de gran nivel, muy importante para la Comunidad de Madrid, al que se ha dedicado un gran esfuerzo. Se están dando los últimos retoques y se están valorando los detalles finales", indica un portavoz de la consejería.