Greenpeace pide que Vandellòs II cambie las piezas que causaron su última parada
Greenpeace ha exigido que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) no autorice la puesta en marcha de la central nuclear Vandellòs II hasta que la planta sustituya un grupo de tornillos del corazón de la instalación: el reactor. Una de estas piezas se desprendió el pasado 29 de marzo y fue a parar a través de unas tuberías a uno de los tres generadores de vapor de la central, lo que obligó a detener la planta. Greenpeace asegura que Vande-llòs II debería haber cambiado estas piezas hace siete años, según las recomendaciones del fabricante, aunque fuentes de la central lo niegan y afirman que podrían haber seguido operando sin problemas hasta 2013.
Estos tornillos sujetan las llamadas "barras de control", unos elementos que se introducen en el lugar donde se lleva a cabo la fisión nuclear y son indispensables para controlar esta reacción. Fuentes del CSN explican que estas barras de control están sujetas con más de un tornillo y que, incluso si se desprendiera otro, su "integridad está asegurada". Fuentes de la empresa gestora de Vandellòs II y las dos centrales de Ascó, ANAV, añaden que ya tenían previsto cambiar estas piezas en los próximos años. Todavía no hay fecha fijada para que Vandellòs II vuelva a arrancar.
