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Reportaje:

Europa llega a Venus

La nave espacial 'Venus Express' se coloca con éxito en la órbita del planeta vecino

La nave espacial europea Venus Express se puso ayer en órbita de Venus, considerado el planeta hermano de la Tierra. La maniobra se cumplió exactamente como estaba previsto y el éxito fue celebrado por los responsables de la misión y de la Agencia Europea del Espacio (ESA), en el centro de control en Darmstadt (Alemania). Venus Express salió de la Tierra el pasado 9 de noviembre y ha recorrido 400 millones de kilómetros para llegar a su destino y convertirse en la primera nave europea en alcanzar Venus. Su cometido es observar ese planeta durante al menos dos días venusianos (486 días terrestres), centrándose sobre todo en su atmósfera y clima. Pero la misión podría prolongarse, dado que la nave tiene suficiente combustible para funcionar entre cuatro años y medio y seis años, según informó ayer Donald McCoy, responsable de Venus Express. "Ahora se acaba la fase de trabajo predominantemente de los ingenieros y comienza la de los científicos", recordó David Southwood, director científico de la ESA. "El objetivo es comprender Venus".

La nave realizará observaciones durante dos días venusianos (486 terrestres)
La misión científica ha recorrido 400 millones de kilómetros en cinco meses
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"Somos la única agencia del mundo que tiene ahora mismo en funcionamiento cinco misiones de observación en cinco cuerpos del Sistema Solar: Marte, la Luna, Saturno-Titan, Venus y la misma Tierra", declaró Jean Jacques Dordain, director general de la ESA. "Estamos muy satisfechos de proporcionar tales medios a la ciencia internacional".

La maniobra de inserción en órbita de Venus Express consistió ayer en encender el motor principal de la nave durante 50 minutos (la nave había recibido desde la Tierra todas las órdenes pertinentes con anterioridad) para aminorar su velocidad y hacerse atrapar gravitacionalmente por Venus. "Si no se encendía el motor la nave pasaría de largo del planeta, si no se apagaba después de 50 minutos habría frenado demasiado y habría caído e Venus", dijo Álvaro Giménez, subdirector de programas científicos de la ESA. Venus Express llegó a las proximidades del planeta vecino a una velocidad de 29.000 kilómetros por hora.

El motor se encendió a las 9.17 hora peninsular, pero desde una hora antes la única señal de la nave que llegaba al centro de control era un débil pulso ya que su antena principal no estaba orientada hacia la Tierra durante la operación. Ese pulso desapareció durante 10 minutos mientras la nave pasó por detrás de Venus, y cuando reapareció y se comprobó que el motor se había apagado justo 50 minutos después del encendido, los aplausos y abrazos llenaron tanto la sala de control como las dependencias del centro de control, donde unos 500 invitados estaban pendientes de la operación. "Estamos en órbita", anunció satisfecho McCoy. La plena comunicación con la nave se recuperó a las 11.15 horas, cuando la antena de Venus Express estaba otra vez orientada hacia la Tierra y empezó a transmitir hacia la nueva gran antena de 35 metros de la ESA en Cebreros (Ávila), estrenada para esta misión.

En realidad todo estaba sucediendo en Venus 6 minutos y 40 segundos antes, el tiempo que las radioseñales tardan en recorrer, a la velocidad de la luz, los 120 millones de kilómetros que ahora separan Venus de la Tierra.

"Casi la mitad de los 1.200 kilos de peso total de la nave correspondían al combustible que se ha consumido en esos 50 minutos de encendido del motor", explicó Paolo Ferri, director de vuelo durante la maniobra, en la que participaron medio centenar de expertos. "Ha sido un momento muy tenso en la sala de control, porque no podíamos hacer nada más que esperar, todas las órdenes habían sido enviadas a la nave antes", confesó Ferri después a algunos periodistas invitados.

Tras la maniobra de ayer, la Venus Express quedó en una órbita elíptica que recorre en nueve días, alejándose hasta 350.000 kilómetros de Venus (casi la distancia entre la Tierra y la Luna). A finales de esta semana, cuando la nave se ubique en la parte del recorrido más distante del planeta, se encenderá de nuevo el motor para empezar a reducir la órbita, pero esta vez será sólo unos pocos minutos, explicó Ferri. En las próximas semanas habrá que hacer varias de estas maniobras de desaceleración, hasta que Venus Express quede en su órbita de trabajo, el 7 de mayo, alejándose hasta 66.000 kilómetros del planeta y acercándose hasta 250 kilómetros.

"Es realmente fantástico, tenemos la nave justo donde queríamos", dijo Hakan Suedhem, jefe científico de Venus Express. La fase de ciencia comenzará en junio. "Venus es el planeta hermano de la Tierra y la cuestión es ¿por qué ha evolucionado de un modo tan diferente?", comentó Dordain. Con sus instrumentos, la nave europea estudiará con gran detalle la dinámica de la atmósfera y de las nubes, su composición, temperatura, presión y demás parámetros que ayuden a desentrañar las claves del pasado y el presente del lucero del alba.

Acerca de la exploración espacial, Southwood recordó que la ESA tiene una nave (Rosetta) de camino a un cometa y que prepara una misión a Mercurio y otra nueva a Marte, pero destacó: "Más allá del Sistema Solar hay mucho universo, estamos estudiando las estrellas y mirando en el cosmos hasta el inicio del tiempo, del big bang".

Recreación de la <i>Venus Express</i> en la órbita de Venus.
Recreación de la Venus Express en la órbita de Venus.ESA
Hakan  Suedhem, David  Southwood, Jean Jacques Dordain y Donald  McCoy, ayer, en el centro de control de Darmstadt.
Hakan Suedhem, David Southwood, Jean Jacques Dordain y Donald McCoy, ayer, en el centro de control de Darmstadt.AP

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