Irak ejecuta en la horca a 13 condenados por actos terroristas
Un total de 13 hombres acusados de terrorismo fueron ahorcados ayer en Irak, en lo que constituye la primera ejecución de miembros de la insurgencia desde la caída del régimen de Sadam Husein, en abril de 2003. El pasado septiembre, tres condenados por asesinatos y violaciones corrieron la misma suerte.
Según un comunicado oficial, los 13 habían confesado su participación en atentados que "costaron la vida a varios ciudadanos inocentes", especialmente en la provincia de Nínive, en el norte del país. Las autoridades sólo han identificado a uno de ellos, Shuqair Farid, antiguo policía que reclutaba para los grupos insurgentes.
La pena capital había sido abolida en marzo de 2003 por Paul Bremer, el antiguo administrador estadounidense de Irak, pero fue reimplantada por el primer ministro chií, Ibrahim al Yafari, después del traspaso de poderes en junio de 2004. El Gobierno iraquí quiere tener las manos libres para ejecutar, llegado el caso, al ex dictador Sadam Husein, que actualmente afronta un juicio por el asesinato de 148 chiíes en la localidad de Dujail, en 1982. La voz discordante más notoria es la del presidente iraquí, el kurdo Yalal Talabani, que se ha opuesto reiteradamente a la pena capital.
Las autoridades iraquíes esperan que las ejecuciones sirvan para disuadir a la insurgencia, que ayer continuó ensangrentando el país con más actos terroristas. Un total de 16 personas, entre ellas un oficial de policía y dos soldados, murieron en varios ataques, entre ellos dos atentados con coche bomba en Bagdad.
Mientras tanto, los llamamientos del secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, para acelerar la formación de un Gobierno de unidad nacional siguen chocando con la realidad de los desacuerdos entre los diferentes partidos. El presidente iraquí aceptó ayer retrasar una semana, hasta el domingo 19 de marzo, la primera sesión del nuevo parlamento.
