"No quiero un club de millonarios"

Se fue el presidente dimisionario acusando a los jugadores de estar "maleducados" y llegó el nuevo poniendo sobre aviso a los díscolos de la plantilla. Del primer discurso oficial del nuevo máximo mandatario del Madrid, Fernando Martín, se desprende una era de sudorosa transición. Ayer Martín anunció la creación de una comisión independiente de expertos que actuarán fuera del club para vigilar valores intangibles como la "entrega" de los jugadores dentro y fuera del campo. También habló de renovación de la plantilla para la próxima temporada, restitución moral y lista de bajas. "Si hay que tener mano dura, tendré mano dura", dijo; "y si hay que tomar decisiones las tomaré hoy antes que mañana. Lo que no se arregla pronto se pudre".

"Los mejores jugadores no siempre son el mejor equipo, y yo quiero fichar al mejor equipo"

"No me va a temblar la mano. Quiero deportistas con dedicación durante 24 horas al día"

La voz metálica y los ojos chispeantes de Martín no sugieren días de playa para los galácticos. Al igual que su predecesor en su discurso de despedida, el presidente insistió en tomar medidas de limpieza espiritual: "El fútbol es sacrificio y trabajo (...). Pienso hacer que estos principios se pongan seriamente en juego y que los deportistas sepan que no se puede estar en el Madrid sin darlo todo por el equipo. Y que si la sociedad les reconoce el derecho a unas remuneraciones extraordinariamente altas es porque se espera de ellos un esfuerzo absolutamente ejemplar".

Las palabras de Martín insinúan que el vestuario madridista está filtrado de futbolistas que no encajan en su modelo de club. Estas declaraciones son especialmente arriesgadas porque mañana esos mismos jugadores deberán defender al club en la Liga, contra el Atlético. Sin dejarse intimidar por esta dependencia, el presidente fue más allá y anunció la creación de una comisión de seguimiento ajena al club, formada por madridistas acreditados que tendrán ante sí la ingente labor de determinar algo tan difícil como el coraje de los jugadores y su cariño por la profesión: "Pienso crear una comisión independiente que nos asesore para valorar el esfuerzo de los jugadores y la ejemplaridad de su conducta personal y deportiva, para que nos ayuden a conseguir que los jugadores formen siempre el mejor equipo y se comporten siempre con responsabilidad y con entrega".

Martín dijo que no tiene decididos quiénes serán los integrantes de dicha comisión, pero que serán públicos y sus informes carecerán de carácter ejecutivo. Además, admitió que mantiene amistades con diversas personalidades que han pasado por el club, como Figo, Hierro y el ex entrenador Vicente del Bosque, ninguno de los cuales se marchó en buenos términos con Florentino Pérez. "Con él hablaré pronto", aseguró Martín de Del Bosque; "es mi amigo". Sobre Figo aseguró que lo había llamado en dos ocasiones desde que asumió el cargo y que mantienen una "relación espléndida".

En su discurso oficial, Martín pronunció frases como que "el Real Madrid no puede ser un club de millonarios sino de deportistas (...) que se dejan la piel en el campo y que subordinan su vida entera, 24 horas al día, a conseguir un estado físico perfecto y moral de victoria que permita satisfacer los deseos y el orgullo de nuestros seguidores (...). Quien no esté a la altura de las circunstancias ya sabe a qué atenerse. No me va a temblar la mano (...). Quien quiera seguir en el Real Madrid por la ley del mínimo esfuerzo sabe que se ha equivocado de medio a medio".

Fernando Martín, que de los miembros de la junta directiva no ha sido el que más fervorosamente ha defendido a Ronaldo, pretendía dirigirse hoy a toda la plantilla para "mirar a los ojos a los jugadores", medir su determinación ante los grandes desafíos que aguardan, y "decirles lo que deben hacer, que ya lo saben", anunciando el abandono de "privilegios" e instaurando un régimen igualitario en pos de la "unidad".

Por la tarde Martín se reunió con la plantilla pero a la cita faltó Ronaldo, que junto a Roberto Carlos, Cicinho y Robinho debieron permanecer en Moscú tras perder el vuelo que los hubiera llevado a Madrid el miércoles por la noche. Junto con Lucio, del Bayern, y Adriano, del Inter, los tres brasileños madridistas fueron mal dirigidos por un guía que equivocó la Terminal del aeropuerto donde debieron coger, el miércoles, un avión a Francfort. Mientras el presidente articulaba su discurso, ayer en el Bernabéu, el astro brasileño esperaba alojado en el hotel Kimpinski a que amainara la tormenta de nieve que caía sobre la capital rusa. Al final, pudo coger un avión por la tarde y se perdió el penúltimo entrenamiento antes del derby.

El nuevo mandatario explicó que no estima convocar elecciones hasta que no haya cerrado la plantilla de la próxima temporada, cosa que espera hacer antes del Mundial de Alemania. "Tenemos que contratar a un entrenador para que haga el mejor equipo posible antes del 30 de junio", afirmó. "Y si en el Mundial surge algún jugador espectacular se fichará (...). Por dinero no faltará (...). Entrar en un proceso de comparecencia electoral mientras hacemos el equipo sería irresponsable. Como muy tarde celebraremos elecciones en el verano de 2007". "Me gustaría fichar al mejor equipo", explicó Martín; "a veces los mejores jugadores no son el mejor equipo". Sobre la lista de bajas, aseguró que no estará condicionada por los "contratos preexistentes" de patrocinio que los futbolistas tengan.