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Reportaje:

El equipo Kaiku, fuera de la Vuelta

La decisión de Unipublic coincide con la prohibición a su corredor Serrano de salir en Murcia

Carlos Arribas

Pocas horas antes de que la Vuelta decidiera a qué dos equipos invita para completar el cartel de la edición de 2006 junto a los 20 del UCI ProTour, Ricardo Serrano, valiente ciclista vallisoletano del Kaiku, era declarado "no apto" para participar en la Vuelta a Murcia. Es decir, después de un rápido análisis de su sangre y de la aplicación a los resultados de una fórmula matemática, los inspectores de la Unión Ciclista Internacional (UCI) concluyeron que muy probablemente el ciclista se había dopado con EPO en las dos semanas anteriores, por lo que le prohibieron participar en la carrera y le recetaron 15 días de reposo.

El equipo de Serrano -27 años, cuarto de profesional, palmarés virgen y uno de los ciclistas más fuertes de la actual temporada, segundo en la Vuelta a Valencia, segundo en la Clásica de Almería-, el Kaiku era, precisamente uno de los tres equipos que optaban a una de las dos plazas para la Vuelta. "Evidentemente, hay que ser de otro mundo para pensar que el problema de Serrano no va a influir en nuestra decisión", explicaron fuentes de Unipublic, el organizador de la Vuelta. "Y no vale el argumento de que son víctimas del sistema, de que han arriesgado para lograr buenos resultados antes de nuestra decisión y atar su plaza. El fin no justifica los medios".

Evidentemente, Kaiku, que concluye su patrocinio al final de esta temporada tras dos años en el pelotón profesional, no figura entre los invitados a la Vuelta que Unipublic anunció a media tarde, plazas que ocuparán, si de aquí a septiembre no infringen el código ético, el Comunidad Valenciana y el Relax. Al Kaiku, que la víspera había logrado una plaza para la próxima Vuelta al País Vasco después de comprometerse a patrocinar algunos espacios publicitarios de la ronda y a pagar sus gastos de hoteles y gasolina, le quedó el derecho al pataleo expresado en dos comunicados.

En el primero, da su "total apoyo al corredor" y muestra su "total confianza en los servicios médicos de la escuadra". El médico, el colombiano Alberto Beltrán, llegó al equipo el año pasado, procedente del Baqué, como Serrano, y tiene en su historial una detención en Módena (Italia) en abril de 2001, el registro y el hallazgo de productos dopantes en su coche. Beltrán, que entró en el ciclismo en el filial colombiano del Kelme, era por entonces médico del Selle Italia. Fue imputado entonces por la justicia colombiana, al igual que sus corredores Chepe González, Freddy González y Rubén Marín. Pocos años después, en 2004, otro de sus corredores, José Castelblanco, dio positivo por testosterona en la Vuelta a Colombia. Entonces, acompañando a Félix Cárdenas y Hernán Buenahora, fichados por el Baqué, emigró a España.

En el segundo comunicado, el equipo dirigido por Óscar Guerrero califica de "escandalosa" la decisión de Unipublic de dejarles fuera de la Vuelta, explica que sus méritos deportivos son tremendamente superiores a los del Relax y recuerda que el primer día de la Vuelta pasada, Óscar Laguna, ciclista del Relax, fue declarado no apto por sus elevados valores hemáticos.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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