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La oposición exige al Gobierno que precise el precio de cada obra que compra el Guggenheim

Azkarate vuelve a facilitar al Parlamento sólo el presupuesto global de compras de 2005

El precio que el Museo Guggenheim de Bilbao paga por sus compras de obras de arte volvió ayer a ser tema de discusión en el Parlamento vasco. La consejera de Cultura, Miren Azkarate, respondió a una interpelación del Grupo Popular con los datos globales de las adquisiciones de 2005: cuatro piezas de Jorge Oteiza de los años 1957 y 1958 por las que se pagaron 792.325 euros. El PP y el PSE demandaron una información detallada obra por obra, que el museo y las instituciones que lo sostienen (Gobierno y Diputación de Vizcaya) se niegan de forma sistemática a concretar.

El Parlamento ya instó al Gobierno el 2 de diciembre pasado a informar sobre las compras de obras por los museos en que participa. Azkarate acudió ayer a la Comisión de Cultura con la documentación de las adquisiciones realizadas por el Guggenheim, el Museo de Bellas Artes y el Artium, en cuyo partronato el Ejecutivo está representado a pesar de que las compras las realiza en solitario la Diputación de Álava.

La consejera recordó que a lo largo del cuatrienio 2004-2007 el Gobierno y la Diputación de Vizcaya aportarán a partes iguales a la sociedad tenedora propietaria de la colección de obras del Guggenheim Bilbao un total de 24 millones de euros. En 2005, se adquirieron cuatro esculturas de Jorge Oteiza por las que se pagaron un total de 792.325 euros. El Museo de Bellas Artes de Bilbao, por su parte, destinó cerca de 312.000 euros a la compra de seis piezas para su colección, entre otras sendos retratos pintados por Federico y Raimundo de Madrazo. El Artium incrementó su colección con pinturas, esculturas, fotografías, dibujos y cómics.

Los datos generales no satisficieron a los representantes del PP y el PSE. El popular Fernando Maura reiteró la petición de conocer el precio de cada obra de arte adquirida y reprochó a la consejera que sea más fácil enterarse del dinero que paga el Guggenhiem por la prensa extranjera que por el Gobierno vasco, en referencia a los 20 millones de dólares (23,8 millones de euros al cambio actual) que cobró en 2004 el escultor Richard Serra por las piezas que componen su instalación La materia del tiempo. "Es un secreto más oficial que los secretos oficiales. Ni siquiera se analizan las compras por el Tribunal Vasco de Cuentas", dijo Maura.

La socialista Isabel Celaá reclamó también el derecho a saber los precios de las obras y acusó a la consejera de hacer paternalismo y despotismo político al eludir la difusión de los datos. En un momento de la comparecencia. Celaá le preguntó directamente a Azkarate: "¿Usted conoce los precios?" La consejera asintió. La parlamentaria socialista le dijo entonces que si ella los conoce también los parlamentarios tienen derecho a tener esos datos, simplemente "porque los han pedido". "Me tiene que dar los precios porque si no, no podemos controlar su gestión", añadió. "Es mi obligación; soy la oposición. Es necesario para saber si se ha comprado bien, mal o regular", defendió Celaá.

Informar exactamente de en qué ha gastado el Guggenheim desde su creación más de 66 millones de euros no conculca ningún derecho ni afecta a la confidencialidad de las operaciones, aseguró la parlamentaria socialista. Celaá pidió que se "racionalizara" esa información y, si es necesario restringir la difusión de los datos, sugirió que se constituya una ponencia. "Es increíble que los precios no se puedan conocer", repitió.

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