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Los socialistas dan estabilidad al gobierno del PP en Álava y Vitoria al apoyar sus presupuestos

El acuerdo del PSE con los populares evita la tercera prórroga de las cuentas de 2003

El PP y el PSE suscribieron ayer un acuerdo que garantiza a los populares aprobar los presupuestos en el Ayuntamiento de Vitoria y en la Diputación Foral de Álava, que gobiernan en minoría y con las cuentas prorrogadas desde 2003. El PSE cerró su acuerdo con el PP un mes después de votar en el Parlamento vasco los presupuestos del Gobierno tripartito. Sus portavoces destacaron que ni el PNV ni el PP han sido capaces de hacer funcionar las instituciones que gobiernan sin el concurso de los socialistas. El PP se felicitó por este acuerdo, que el PNV criticó.

Los socialistas, desde el Gobierno en España, o desde la oposición al Ejecutivo vasco y a las instituciones alavesas, resultan "útiles, productivos e incluyentes, producen acuerdos y dan estabilidad a las instituciones, porque somos un partido de gobierno, de mayorías y de alternativa". Así reivindicó ayer el secretario general del PSE alavés, Juan Carlos Prieto, los dos acuerdos que dotarán de presupuestos al Ayuntamiento de Vitoria y a la Diputación de Álava, tras dos años de cuentas prorrogadas.

El pacto llega en el peor momento de las relaciones entre ambos partidos en el ámbito nacional y neutraliza al PP en sus críticas de entreguismo al nacionalismo por el apoyo del PSE a las cuentas del Gobierno vasco. Prieto quiso destacar que el pacto cuenta con el beneplácito de la ejecutiva federal del PSOE, además de la vasca y la alavesa.

Ni el alcalde de Vitoria ni el diputado general, los populares Alfonso Alonso y Ramón Rabanera, respectivamente, hablaron ayer, pero los portavoces de sus grupos se felicitaron del acuerdo. El concejal de Hacienda, Javier Maroto, destacó "la capacidad de diálogo y consenso entre unas fuerzas diferentes que a nivel estatal no son capaces de encontrar soluciones". Para el PNV, los acuerdos demuestran que PSOE y PP tienen "el mismo proyecto".

El PP gobernó Álava y Vitoria en solitario toda la legislatura de 1999 a 2003 gracias al apoyo externo del PSE. Tras las elecciones locales y forales de 2003, los socialistas pidieron dirigir una de las dos instituciones. Al no ceder el PP, atendieron de mala gana la orden de José Luis Rodríguez Zapatero de facilitar la elección de Rabanera y Alonso y evitar el regreso del nacionalismo a ambos gobiernos. Pero iniciaron una oposición sin cuartel, que les ha privado de presupuestos y complicado la gobernabilidad hasta extremos insostenibles, ya que el PP sólo dispone de 17 de los 51 escaños de las Juntas Generales (parlamento provincial) y de 9 de los 27 concejales del Vitoria. Pese a ello, el PSE hizo fracasar este otoño la moción de censura que presentó el PNV para desbancar a Rabanera y luego impuso sus condiciones para negociar las cuentas, empezando por obligar a la retirada del proyecto del equipo de gobierno, para dejar claro que se trata de unos presupuestos nuevos.

Un acuerdo difícil

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La negociación alavesa comenzó de modo simultáneo a las mantenidas por el PSOE en el Congreso para obtener el apoyo del PNV a los Presupuestos Generales y por el PSE con el Gobierno de Ibarretxe para negociar su respaldo a las cuentas vascas. El pacto "ha costado, porque el clima de relaciones políticas entre el PP y el PSOE es el que todo el mundo conoce", señaló Prieto. Y destacó que ni las instituciones gobernadas por el PP ni el Gobierno vasco, en manos de un tripartito liderado por el PNV, tienen estabilidad "si no es con la aportación de los socialistas".

El presupuesto del Ayuntamiento vitoriano es de 357 millones de euros y el de la Diputación ronda los 400. Los socialistas aseguraron haber arrancado partidas para importantes proyectos, como el soterramiento del tren a su paso por la ciudad, el aumento de la financiación a varios ayuntamientos, la gratuidad de los libros de texto en toda la enseñanza obligatoria o los complementos para las rentas más bajas. Los acuerdos afectan a partidas por importe de 74 millones en la Diputación y de 50 en el Ayuntamiento, "la mitad de los recursos sobre los que es posible decidir", sostuvo el portavoz municipal, Patxi Lazcoz. Agregó que el acuerdo, además de garantizar la estabilidad de este ejercicio, "supone un cambio sustancial en la orientación y el rumbo de la ciudad para los próximos años".

El alcalde de San Sebastián, el socialista Odón Elorza, en minoría también con el único apoyo de EB, negocia el apoyo popular a sus presupuestos.

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