Sampaio anima a Portugal a apostar por Europa para salir de la crisis
El presidente portugués, Jorge Sampaio, pidió a sus compatriotas que impulsen las "urgentes reformas políticas y sociales" necesarias para salir de la grave crisis económica que vive el país. Fue en su último mensaje de Año Nuevo, el noveno que Sampaio realiza desde que llegó al cargo tras vencer en las urnas al candidato que ahora es indiscutible favorito para sucederle, Aníbal Cavaco Silva, al que todos los sondeos dan como seguro vencedor en la primera vuelta de las presidenciales del día 22.
Fiel a su estilo analítico, crítico y a veces didáctico, Sampaio, que termina mandato el 9 de marzo, calificó 2005 como un año lleno de "dificultades internas y externas". El presidente apeló a la "estabilidad constitucional", que surge de la mayoría absoluta del actual Gobierno socialista, para tratar de superar "las grandes dificultades que muchos portugueses sufren en sus empleos y sus vidas".
Para ello es urgente, dijo, que Portugal realice "reformas políticas, económicas y presupuestarias", y que lo haga con el consenso de todas las fuerzas políticas, con "esperanza y confianza" en el "destino colectivo" del país.
La receta para salir de la crisis sólo puede venir, a su juicio, de Europa. "No acepto, y sé que los portugueses tampoco, un país retrasado o resignado, y menos todavía un regreso a una existencia apagada y al aislamiento mezquino que marcó los largos años sombríos del Estado Novo" salazarista. En el día en que se celebraban los 20 años de la adhesión de Portugal, Sampaio recordó que "incluso después" de la plena integración, y hasta la década de los 90, los portugueses tuvieron una actitud "pasiva" frente a la UE, "permaneciendo como prisioneros de un nacionalismo arcaico". En este momento, dijo, "la exigencia es aún mayor: Portugal tiene que contribuir a la resolución política de la crisis europea, sin la cual no podrá superar su propia crisis".
Separación de poderes
La respuesta a esa crisis nacional, insistió, no puede ser "el retraimiento a una retaguardia inexistente", sino que implica recuperar "la dinámica de integración, que es la garantía de estabilidad y de cohesión de la Unión Europea y, como tal, una condición permanente de paz en las relaciones entre las democracias europeas".
El presidente recordó a los políticos que "las democracias modernas se asientan en el principio de separación de poderes, respetando siempre, en todos los casos, el principio de unidad del Estado". Y a los jueces, les dijo que "la democracia es puesta en causa cuando la Justicia no protege suficientemente las libertades y derechos fundamentales, que son la primera razón de ser del Estado de derecho".
Para terminar, en un momento de desacuerdos entre los candidatos a sucederle en el cargo sobre el papel del jefe del Estado y los límites de los poderes presidenciales, Sampaio hizo un panegírico de la figura del presidente como "factor insustituible de unidad entre los portugueses", "garante de la democracia" y "responsable último de la independencia del país".
