Los investigadores del asesinato de Hariri piden entrevistar al presidente de Siria
Naciones Unidas incrementa la presión sobre el régimen de Bachar el Asad
El comité de investigación creado por Naciones Unidas para esclarecer el asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri ha solicitado entrevistar al presidente sirio, Bachar el Asad, y a su ministro de Exteriores, Faruq Shara, en relación con el magnicidio. La ONU amplía así su lista de interrogatorios, que hasta ahora se centraba en los sospechosos aportados por testigos, e incrementa la presión sobre el régimen de Damasco. Los investigadores también quieren entrevistar cuanto antes a Abdel Halim Khadam, ex número dos sirio que ha involucrado al presidente.
Abdel Halim Khadam, autoexiliado en París, acusa al antiguo jefe de los servicios de inteligencia sirios Rustom Ghazali de haber amenazado e insultado a Hariri meses antes del atentado que acabó con su vida y la de otras 20 personas el 14 de febrero de 2005, en Beirut. Y sugirió que el actual presidente sirio está detrás de la voladura del vehículo blindado que transportaba a Hariri.
El Parlamento sirio ha acusado a Khadam de "alta traición", pero sus declaraciones a la cadena de televisión árabe Al Arabiya, que van en la línea de las revelaciones de otros confidentes, han obligado al comité de la ONU a elevar el nivel de su investigación. "Las declaraciones de Khadam corroboran la información que hemos obtenido por otras fuentes y que están recogidas en nuestros dos informes interinos", afirman desde el comité.
Hasta la fecha, el comité había interrogado en Viena a cinco altos funcionarios sirios, entre ellos el propio Ghazali. Ahora, quiere añadir a la lista de entrevistas al presidente, Bachar el Asad, y al canciller sirio, Faruq Shara, entre otros. El régimen de Damasco no ha dado ninguna respuesta, de momento, a la petición de la ONU y evita hacer comentarios precisos sobre la reacción del comité a las revelaciones del ex vicepresidente sirio desde su refugio en Francia. "Seguimos esperando una respuesta de la parte siria", señalan desde el comité. En julio de 2005 ya se cursó una petición similar, pero fue rechazada. Los dos informes provisionales publicados hasta la fecha por el comité creado a instancias de Naciones Unidas ya implicaba a altos funcionarios del servicio de inteligencia sirio en la trama que ejecutó el brutal atentado. El propio fiscal que ha dirigido la investigación, el alemán Detlev Mehlis, ha llegado a afirmar en varias entrevistas, antes de abandonar el comité en Navidad, que está convencido de que Siria es culpable del asesinato, pero que necesitaba más pruebas para poder señalar a los autores.
La oposición libanesa antisiria acusa al régimen de El Asad y a las autoridades libanesas pro sirias de estar detrás del asesinato de Rafik Hariri. Un extremo que las autoridades sirias, y el propio Faruq Shara han negado repetidamente ante el Consejo de Seguridad, así como la existencia de cualquier amenaza de la parte de Asad contra el ex primer ministro libanés. Khadam dice que hay que esperar a los resultados de la investigación internacional antes de lanzar una acusación directa.
El Consejo de Seguridad amplió el pasado 15 de diciembre el mandado de la comisión de investigación durante al menos seis meses más y de momento evita adoptar medidas sancionadoras contra el régimen de Damasco, a pesar de que Estados Unidos Francia y el Reino Unido le acusen de no cooperar plenamente con Naciones Unidas.
Entre tanto, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, sigue buscando a un candidato para suceder a Mehlis al frente del comité, quien renunció al puesto por motivos personales. Entre los posibles sucesores se baraja a un fiscal griego y a un belga, que ya fueron considerados por la ONU en un primer momento.
Annan se fijó un plazo de unas tres semanas para encontrar a la personalidad con la independencia y la integridad suficientes para llevar adelante una investigación tan delicada. La ONU debe analizar, además, la petición de Beirut para la creación de un Tribunal Internacional independiente que juzgue a los responsables del atentando contra Hariri.
